VISITA PAPA. MAS DE 500.000 JOVENESARROPAN A JUAN PABLO II EN SU QUINTA VISITA A ESPAÑA

MADRID
SERVIMEDIA

El calor, con temperaturas que alcanzaron los 30 grados al sol, no impidieron que más de medio millón de jóvenes de todo el mundo, la mayoría españoles, se congregaran esta tarde en torno al Papa Juan Pablo II en el aeródromo de Cuatro Vientos, en Madrid, en su primer acto multitudinario en esta quinta visita a españa.

Un encuentro no sin incidentes, aunque todos ellos leves: cerca de medio millar de jóvenes asistntes tuvieron que ser atendidos por personal sanitario del Samur y Protección Civil, la mayoría de los cuales sufrieron lipotimias o caídas por culpa del irregular terreno que se habilitó para el evento.

Otros tantos fueron atendidos de problemas respiratorios, relacionados con alergias diversas, favorecidas por la abundante vegetación salvaje que poblaba el lugar. También hubo desaparecidos cuya presencia era reclamada desde la megafonía insistentemente, la gran mayoría niños, aunque se pidió por el allazgo de un anciano y de un seminarista inglés algo despistado, según se dijo textualmente.

Pero ni el calor, ni la brusca caída de la temperatura (de hasta diez grados en poco menos de una hora al ponerse el sol) impidieron a la multitud de asistentes disfrutar, sobre todo con gozo mariano -la Virgen María fue protagonista de excepción de la vigilia-, tanto de las actuaciones musicales como, por encima de todo, de la presencia y palabras del Sumo Pontífice.

"Juanpa, te queremos", "Somos del clb de fans del Papa", "Papa, te queremos mogollón" o "Queremos caña" fueron algunos de los mensajes escritos en pancartas más atrevidos y originales.

Distintos grupos musicales, casi todos relacionados con alguna comunidad religiosa determinada, se relevaban en la interpretación de canciones donde destacaban por encima de otras las palabras "Jesús", "Señor" o "Amor".

"IMAGINE"

Sólo una composición de John Lennon, "Imagine", ponía música de fondo a unas imágenes difundidas por la pantalla giganteinstalada para la ocasión que, por unos minutos, lograron hacer triunfar el silencio sobre el bullicio casi presente durante todo el acto.

Eran imágenes cruzadas de prisioneros iraquíes con los brazos en alto desfilando bajo la vigilancia de armados soldados estadounidenses durante la reciente guerra en Irak, y otras donde aparecían soldados israelíes en cualquiera de los ataques selectivos sobre asentamientos palestinos.

Era parte de la escenificación recogida en el mensaje que el Papa quiso trasmitir hoy a los jóvenes, de defensa de la paz y de las víctimas de todas las guerras. En el vídeo, resonando con las dirigidas en directo hoy, unas palabras suyas anteriores condenado el terrorismo "viniere de donde viniere", se escuchó en tanto corrían una tras otras las citadas imágenes.

Quedaba una hora y media para que, según lo previsto, llegara el Papa y se produjo uno de los momentos más emotivos de la jornada, cuando los presentes unieron sus manos y, levantados, corearon la interpretación dede el estrado del "Himno de la Alegría".

El calor seguía cayendo sobre los presentes y no pocos se untaban el rostro y los brazos con cremas protectoras para aliviarse. Cuando alguna nube tapaba provisionalmente el sol todos los recibían con júbilo, mientras que los presentadores del acto no cesaban de repetir una y otra vez que el Papa estaba a punto de llegar: quedaba una hora.

"AGUA BENDITA"

Una unidad de los bomberos de Madrid vaciaba su cisterna a través de una manguera sobre la muchedumbr y personal del Canal de Isabel II repartía bolsas de agua potable envasadas para la ocasión.

Llega la Curia española al altar, donde se acomodará más tarde junto al Papa, y un nutrido grupo de jóvenes corea repitiendo: "Esa es, la juventud del papa"; es una broma amable hacia los obispos y cardenales españoles que responden del mismo modo saludando con las manos.

El segundo momento de mayor emoción se logra cuando se anuncia que "el Papa está de camino". Unas imágenes de televisión en directo, cn el Papa transportado por la madrileña M-30 son recibidas con alborozo por la juventud congregada que no cesa de proferir frases de cariño y respeto hacia su persona.

Nada más llegar Su Santidad al aeródromo militar son lanzados al aire ocho mil globos blancos y amarillos -los colores de la bandera vaticana- y, una vez en sentado en el altar, se abre la jaula de dos centenares de palomas, que revolotean entre miles de jóvenes, en ese momento, invadidos por la emoción. El Papa empezó a hablar.

(SERVIMEDIA)
03 Mayo 2003
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