VISITA PAPA. JUAN PABLO II CRITICA EL "NACIONALISMO EXACERBADO" Y RECUERDA QUE "LAS IDEAS NO SE IMPONEN, SINO QUE SE PROPONEN"

- El Papa tiene fuerzas para bromear con los jóvenes durante su discurso en varias ocasiones

MADRID
SERVIMEDIA

El Papa Juan Pablo II hizo hoy un llamamiento a la paz en el mundo, criticó al "nacionalismo exacerbado", al "racismo" y a la intolerancia y recordó a los jóvenes que "las ideas no se imponen, sino que se proponen".

En un encuentro con entre 600.000 y 800.000 jóvenes -según los organizadores- celebrado esta tarde en el aeródromo madrileño de Cuatro Vientos, el Santo Padre ha lamentado "la espiral de violencia, el terrorismo y la guerra" de los últimos tiempos.

Además, ha arremetido contra estas lacras y recordado que "todavía en nuestros días", en referencia a los últimos actos terroristas y a la guerra en Iraq, provocan "odio y muerte".

El Santo Padre llamó a los jóvenes a hacerse partícipes de la paz en l mundo con una demostración de amor. "Manteneos lejos de toda forma de nacionalismo exacerbado, de racismo y de intolerancia", subrayó el Pontífice.

El Papa tuvo palabras críticas para la vieja Europa y sus países e hizo un llamamiento a recuperar sus "raíces cristianas" y a abrir su civilización y progreso al resto del mundo, para impulsar así la paz y solidaridad entre los pueblos.

Los jóvenes presentes en el acto interrumpieron al Ponfítice al grito de "estos son, los jóvenes del Papa, estos on, los jóvenes de Europa", a lo que el Santo Padre asentía.

Juan Pablo II criticó algunos de los modelos sociales y culturales actuales y aseguró que el "drama" de estos casos es la falta de vida interior. "Sin interioridad, la cultura carece de entrañas, es como un cuerpo que todavía no ha encontrado su alma", metaforizó el Pontífice.

Por último, el Papa llamó a los laicos, a los seglares, a tomar el papel de "protagonistas" en la labor de envagelización y también pidió especialmente por las voaciones que, según explicó, requieren "con urgencia" sacerdotes y personas consagradas.

BROMAS

El Papa se sintió en todo momento arropado por los jóvenes, que interrumpieron al Pontífice prácticamente en cada frase que éste finalizaba con aplausos, vítores y cánticos de toda índole, desde el "torero, torero" al tradicional "Juan Pablo, segundo, te quiere todo el mundo".

A pesar de sus 83 años y su delicada edad, el Pontífice tuvo fuerzas para bromear con los asistentes, que agradecieron con aplusos el esfuerzo del Santo Padre.

Para el primer chascarrillo, el Papa aprovechó a Monseñor Manuel Estepa. "¿Sabéis quién es?", preguntó a la multitud que desconocía mayormente al personaje. "Es el arzobispo castrense", afirmó, provocando la carcajada general.

Posteriormente aprovechó una referencia a sus 56 años como sacerdote para bromear sobre su edad; mientras el público gritaba "el Papa es joven, el Papa es joven" él replicó con un "sí, un joven de 83 años".

Juan Pablo II cerró el acto mpartiendo la Bendición Apostólica a todos los fieles congregados en la explanada de Cuatro Vientos, no sin antes haber cantado una pequeña alocución de despedida. Para concluir, el Santo Padre finalizó con un juvenil "hasta mañana".

(SERVIMEDIA)
03 Mayo 2003
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