El virus afecta ya a medio millar de vacas ------------------------------------------

MADRID
SERVIMEDIA

Más de 30 cabezas de ganado vacuno, el total de la cabaña de una granja ubcada en la localidad madrileña de Miraflores de la Sierra, serán sacrificadas mañana, miércoles, a causa de un nuevo brote de "perineumonía vacuna" que supuestamente procede de una instalación cercana, propiedad del tratante Pablo Salinero.

Según informó a Servimedia Vicente Vilas, subdirector de Producción Agraria de la CAM, de confirmarse la procedencia de la enfermedad en los resultados de los análisis del laboratorio, en los próximos días habría que sacrificar otras 500 cabezas de ganado de la expotación de origen.

Hace diez días, Alfonso Monge, veterinario libre de Guadalix de la Sierra, realizó pruebas a unas vacas que presentaban síntomas de perineumonía. El ganado afectado se encontraba en una granja ubicada entre los términos municipales de Miraflores de la Sierra, Manzanares el Real y Guadalix de la Sierra.

Los análisis dieron resultados posítivos por lo que Monge puso el hecho en conocimiento de la veterinaria oficial de la zona, que verificó la existencia del virus.

Sin embaro, según Monge, no se informó del hecho a Pablo Salinero, propietario de la instalación cercana y de donde supuestamente procedía el virus, ni tampoco procedieron al aislamiento de la explotación para evitar el trasiego de ganado.

Monge aseguró a Servimedia que la veterinaria oficial, empleada de la Comunidad de Madrid, dijo que no había dinero para realizar los análisis a las vacas del tratante.

Por su parte, Vilas aseguró que habían seguido los trámites adecuados y que tan pronto como verificarn la existencia del brote, los animales del tratante fueron inmovilizados y realizaron la analítica de la que aún no tienen los resultados.

RIESGO DE CONTAGIO

Aunque los responsables regionales y las autoridades sanitarias consideran improbable que el virus salga de esas dos explotaciones, existe cierto temor entre los veterinarios porque alguna res del tratante se haya trasladado con la enfermedad.

A juicio del portavoz de asuntos agrícolas y ganaderos del Grupo Popular en la Asamblea de Madri, Jose María de Federico, es muy grave que en una región donde se están haciendo campañas de saneamiento desde 1982, aparezcan aún estos brotes que pueden afectar a una cabaña de alta calidad genética y muy importante en número de cabezas.

"Es muy grave que se permita a estos tratantes hacer estos tránsitos, y aunque todas las instalaciones no son buenas, hay un colectivo muy importante en Madrid que tiene una calidad fenomenal y otros con una desarrollada producción láctea que en estos momentos está n el aire, porque con estas cosas se pueden arruinar", subrayó el diputado regional.

Según de Federico, con el aislamiento de las dos explotaciones y, como mucho, del tránsito y desarrollo ganadero en el municipio podría quedar aislado el brote de perineumonía, "sí surgiera la enfermedad en otro punto distante evidentemente habría que cerrar la zona".

Según Felipe Vilas, desde hace tres meses los veterinarios oficiales llevan un control exhaustivo del ganado de los tratantes, por la problemática e la zona, y creen que todas las vacas que han salido de la explotación de Pablo Salinero han ido a mataderos.

La perineumonía vacuna es una enfermedad que se transmite por el aliento y su índice de contagio es muy elevado. Aunque esta enfermedad no afecta a los seres humanos, la carne de las vacas que la padecen no se puede utilizar para el consumo.

La única forma de controlar el virus es sacrificar a todas las vacas que estén en contacto con la portadora del virus, incinerar los cuerpos y aisla las explotaciones donde aparece el foco durante meses, según los expertos.

De confirmarse que el foco de origen está en la instalación del tratante, sacrificar a más de medio millar de vacas le costará a la Administración casi 60 millones de pesetas. Todas las vacas tendrán que ser incineradas y por cada cabeza el propietario recibirá en torno a las 100.000 pesetas.

Esos pagos, según el diputado popular, en muchas ocasiones favorecen el pillaje entre los tratantes que compran reses ya contagiada para luego cobrar la indemnización, en tanto que el mismo dinero resulta siempre escaso para los ganaderos que cuidan la genética porque sus vacas cuestan mucho más.

Según indicaron fuentes de la CAM, el Ministerio de Sanidad y Consumo ya ha recibido información del suceso.

(SERVIMEDIA)
03 Nov 1992
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