El acto comenzará a última hora de la tarde con una misa en la catedral de San Isidro, oficiada por el arzobispo de Madrid, cardenal Angel Suquía, y a la que asistirán el alcalde de la ciudad, José María Alvarez del Manzano, y la corporación municipal.

Tras el oficio religioso, la imagen saldrá en procesión, sobre las 20.30 horas, a hombros de los costaleros y en dirección a la plaza de la Villa, donde el alcalde hará entrega a la Virgen de su Bastón de Mando. Posteriormente, e detendrá ante la Capitanía General de Madrid.

Antes de que la imagen quede definitivamente instalada en el interior de la nueva catedral, se cantará una salve en la explanada de entrada al templo.

LA VIRGEN DE LA MURALLA

El origen de la Virgen de la Almudena, cuyo nombre, de origen árabe, significa "muralla", se remonta a antes de la invasión de la ciudad por los árabes, que se produjo en el año 711.

En aquella época, el arzobispo de Toledo, temiendo el dominio árabe, mandó proteger a toas las imágenes cristianas de la ciudad, por lo que se construyó una especie de hornacina en la zona de la muralla de la Cuesta de la Vega, donde fue introducida la imagen, acompañada de dos cirios encendidos.

Según la tradición, el escondite de la Virgen sólo lo conocía una descendiente de una familia cristiana llamada Miriam, que no reveló su secreto hasta que el Cid, a principios del siglo XI, conquistó Madrid. Miriam sabía que la imagen estaba en algún lugar de la muralla, pero desconocía el puntoexacto.

Teniendo conocimiento el rey Alfonso VI de todos estos hechos, mandó buscar a la Almudena, aunque fuera necesario derribar toda la muralla, pero no fue hasta después de que conquistase Toledo, en el año 1085, cuando un cortejo que inspeccionaba la zona oyó un gran estruendo y contempló cómo se agrietaba la muralla, apareciendo la imagen de la Almudena con los dos cirios encendidos.

Para que esto fuera posible, Miriam, la mujer que conocía su escondite, había hecho una promesa: la de dar s vida si la imagen aparecía, por lo que murió en el acto.

Con posterioridad, la imagen fue trasladada a la iglesia de Santa María, situada en la calle de la Almudena, que había sido una antigua mezquita y que fue derruida en el siglo XIX.

Por ello, la Almudena fue trasladada varias veces del convento de las Religiosas Bernardas del Santísimo Sacramento a la catedral de San Isidro, donde quedó definitivamente expuesta en 1954 hasta hoy, ya que en su honor se ha construido la que será la principal atedral de Madrid.