Fuentes cercanas a la investigación informaron a esta agencia de que todo lo que tienen para inculpar a Ricardo Guerra, el joven "ultra" perteneciente a grupo "Bastión", son las declaraciones de los testigos, de los amigos del sospechoso, de los amigos de la víctima y de algunas personas que aseguran haber presenciado el suceso.

Sin embargo, otras fuentes cercanas al caso apuntan que la policía tiene en su poder un arma blanca, propiedad de Ricardo Guerra, que podría ser la misma que fue utilizada para cometer el crimen.

Las pruebas testificales para inculpar a alguien por asesinato suelen utilizarse para consolidar otro tipo de pruebas, pero, sgún los expertos, es muy difícil que por sí solas puedan conducir a una condena por asesinato.

Además, existen otras complicaciones en este procedimiento, como es que el asunto se está desarrollando a diario en los medios de comunicación, los testigos ya han visto la foto del sospechoso antes de que se celebre la ronda de identificación, el rostro del supuesto asesino ya es público y la identificación tiene menos fiabilidad.

A juicio de los expertos, este caso es muy peligroso porque los testigosestán muy influidos por lo que se está diciendo a diario y sobre ellos pesa el deber moral de la condena.

Por su parte, el presidente de Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, organización que se personará como acusación popular en el juicio por el asesinato de Aitor Zabaleta, considera que no es tan difícil condenar a alguien por asesinato con pruebas testificales, si están bien consolidadas, y recordó el "caso Costa Polvoranca', donde el sospechoso fue condenado sólo con testimonios.

Ibarra reconoció que han existido "irregularidades" en este procedimiento, pero recordó que "hay un muerto por medio" y hay testimonios que "le señalan claramente", en referencia al hincha "ultra" del Atlético de Madrid Ricardo Guerra.

RIÑA TUMULTUARIA

El responsable de la organización que actuará como acusación popular en este caso explicó que "sería el colmo" que ocurriera lo que algunos están intentando provocar: que la acusación quede finalmente en riña tumultuaria.

Añadió que esta acusacin implica que la víctima, Aitor Zabaleta, habría sido copartícipe (acepta la riña) y, a su juicio, la tipificación de riña tumultuaria en este caso es "la más descartable".

Lo que hay en este caso, a juicio de Ibarra, es un grupo que en superioridad "rodea, acosa y uno de ellos al final mata y sin la cooperación necesaria de los otros no hubiesen podido rodearlo", subrayó.

Derivar este delito a una riña sería "falta de respeto a la familia, a la víctima y a la sociedad en general", según Ibarra, uien vaticinó que si se produjera esta desviación se crearía una "fuerte alarma social".

En caso de que los sospechosos fueran condenados por riña tumulturia, las penas serían muy inferiores a las que se imponen por asesinato, entre 1 y tres años de cárcel, y todos los acusados estarían inmediatamente en libertad.

Ibarra mantiene que Aitor Zabaleta fue asesinado, descarta el homicidio, y apunta a que sería de "una irresponsabilidad tremenda poner en la calle a alguien que está identificado por tetigos".