Según un comunicado difundido hoy por la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), agrupada en la CEOE, la represalia norteamericana afectará muy especialmente a las ventas de vinos españoles en Estados Unidos.

La FIAB afirma que el vino es un producto del que el Gobierno norteamericano se sirve sistemáticamente como "rehén", ya que el año pasado "también fue utilizado como chivo expiatorio al no conseguirse un acuerdo e el paquete sorgo-maíz".

Las exportaciones de vinos y vermouth españoles a los Estados Unidos pasaron de 1.044 a 1.445 millones de pesetas entre 1988 y 1991, aunque su volumen descendió en casi 4.000 litros en ese mismo periodo.

Recuperar cuota de mercado tras esta nueva represalia será "difícíl", según la FIAB, ante los más baratos vinos australianos, chilenos, argentinos y californianos, que aprovecharán la oportunidad para ganar terreno a costa de los caldos europeos.

Sólo quedarán al maren de las restricciones a la importación los vinos espumosos, cuya presencia en el mercado americano se ha reducido progresivamente, pasando las ventas de 5.205 millones de pesetas en 1988 a 4.101 millones en 1991.

Los productos comunitarios afectados por las medidas de represalia estadounidense son quesos, flores, aceites de girasol y colza, salchichas, preparados de pescado, crustáceos y moluscos, dulces y confetería, galletas y carne bovina, entre otros.

La represalia consistirá en una elevacin de los aranceles a estos productos, por un importe total de 2.000 millones de dólares (alrededor de 200.000 millones de pesetas), que es la cifra en que Estados Unidos cifra los perjuicios causados a sus exportaciones de soja por las restricciones comunitarias.