Manuel Mármol, que durane los últimos 30 años ha estudiado todos los aspectos referidos al "fisiologismo gaseoso intestinal", lamenta las definiciones, "inconcretas y parciales", que todos los diccionarios ofrecen del término "pedo".

El lo define como "una sonoridad sana, natural y simpática, de gran placer para quien lo evacúa" y rechaza como sinónimos términos como "traque" o "pedorreta".

Asimismo, lamenta que en ninguna de las más de 200 enciclopedias que ha revisado aparezca la palabra "bufa" para hacer referencia aeste tipo de ventosidades.

Entre los tipos de pedos clasificados por Manuel Mármol -"algunos científicos", señaló el veterinario a Servimedia, "y la mayoría extraídos de obras literarias"-, destaca el pedo de clausura; el pilonguero, "que se da después de comer castañas"; el de badajo, "que imita a las campanas"; el tomillero o el de embarazada, propio de las mujeres que están en ese estado.

Respecto a los refranes, el jefe de Alimentación del Ministerio de Agricultura es capaz de contar una list casi interminable, si bien muestra especial predilección por el que dice: "Con tres pedos y una bufa se pone la cama como una estufa". O estos dos: "Mujer que buen pedo suelta tiene que ser desenvuelta" y "Entre dos piedras de bronce salió un hombre dando voces".

Pero las investigaciones de Manuel Mármol no sólo se han centrado en aspectos más o menos anecdóticos. "Los gases intestinales", explica, "pueden hacer mucho daño y crear patologías importantes en aquellas personas que tienen problemas para vacuarlos".

ENFERMEDADES

"Cada persona", agrega, "traga alrededor de nueve o diez litros de aire cada día. Hay organismos que los eliminan sin ningún tipo de ayuda exterior, pero hay otros que no pueden hacerlo".

Las investigaciones que ha realizado Manuel Mármol revelan que la retención de gases puede causar dolores de cabeza, enfermedades de corazón o úlceras, y que el 15 porciento de los casos de gastritis están relacionados con esta causa.

Por sexos, el veterinario señala que existe un mayor tendencia al pedo en el organismo femenino, al tiempo que recuerda que los vencedores de los concursos de pedos que todavía se celebran en algunos pueblos levantinos son a menudo mujeres.

Entre las innumerables anécdotas que puede contar Manuel Mármol destaca una de carácter histórico. "En la Corte de Luis XIV", cuenta, "surgieron dos modas, fundamentalmente entre las mujeres. Una consistía en ingerir vinagre para mantener la lividez del rostro, y la otra era tirarse pedos en público. Pero esto pedos olían bien, a lila o a violeta, ya que se introducían en el cuerpo agua perfumada utilizando una pera de goma".