Así lo afirmó a Servimedia el director de la Estación Biológica de Doñana, Fernando Hiraldo, que insiste en la necesidad de reforzar las medidas preventivas para salvaguardar el parque nacional.

Hiraldo se mostró optimista tras los primeros censos y análisis de la zona. Según explicó, se han seguido aves con telescopio para ver si tenían o no manchas de crudo, se han buscado ejemplares muertos y se han revisado las conchas que el mar arrastra hasta la arena, además de las algas de la zona.

"Hemos hecho un informe diario y, en principio, no hemos encontrado ninguna ave manchada, ninguna concha ni ninguna alga", dijo. Teniendo en cuenta estos datos y que "cuesta trabajo encontrar galletitas pequeñas de crudo", Hiraldo cree que el vertido no ha tenido ningún impacto sobre la fauna.

Sin embargo, al tratarse de Doñana, "una zona del Atlántico rico en pesquería y vital para la conservación de aves como la pardela balear", Hiraldo subrayó que "no basta" con los análisis realizados hasta la fecha.

"Tenemos que seguir trabajando, y habrá que analizar toda la cadena trófica cuando todo se haya asentado, para demostrar que, efectivamente, no ha pasado nada. Doñana es un sitio muy delicado y hay que tener especiales cuidados con ella", concluyó este experto.