Vázquez cifró en 2.800 millones el coste de los trabajos que se están acometiendo en el vertedero, e insistió en que el problema excede las competencias municipales, porque las tareas que se realizan en el mar están bajo la jurisdicción de las autoridades nacionales de costas.

El alcalde reconoció que "siempre habrá quién pretenda utilizar políticamente lo ocurrido, aunque las catástrofes no tienen color político" y negó las informaciones según las cuales 127 fmilias habían quedado sin hogar.

Ocho de las 65 familias desalojadas de O Portiño el pasado día diez, regresaron a sus casas al días siguiente del derrumbamiento y las restantes han obtenido el permiso municipal para hacerlo, aunque permanecen el en pabellón de deportes de Riazor, a la espera de que desaparezcan los olores prvocados por el traslado de la basura.

El regidor coruñés recordó que se ha abierto una comisión de investigación para determinar las responsabiliades de lo sucedido "si es qu las hay", y añadió que el basurero de Bens fue supervisado hace ocho meses y obtuvo el visto bueno de la Dirección General de Medio Ambiente, la Xunta de Galicia y la Unión Europea.

Mientras tanto, se ha retirado ya toda la basura caída el mar, "no sólo la de marea, sino también la de carrera de marea" con lo que, señaló Vazquez, "se ha conseguido frenar el peligro de contaminación marina". En la zona de ladera se han trasladado a los diques de contención 51.000 toneladas de basura, equivalentes a lamitad de la basura generada en un año por la mancomunidad coruñesa.

El resultado, añadió Vazquez, es que pese a que sigue siendo inminente el riesgo de caída del primer anillo agrietado, "sus efectos no serán graves, dadas las 15.000 toneladas de piedra que se han utilizado ya para la escollera de contención y los muros laterales construidos con la basura trasladada". Dada la reducción de peso alcanzada, los técnicos consideran improbable el desprendimiento del anillo exterior, que alcanzaría el milló de toneladas.