Vázquez atribuyó la menor velocidad de avance de las grietas a los intensos trabajos que se están realizando en la cabecera del vertedero, lo que, según señaló, ha propiciado hasta el momento la retirada de 61.000 toneladas de basura, de las 900.000 allí depositadas a lo largo de veintidós años, que están siendo rasladadas a otra vertiente del basurero.

Los vecinos del barrio de San Pedro de Visma se han quejado precisamente de esta circunstancia, ya que según aseguran se está acumulando la basura a tan sólo quinientos metros de las viviendas, lo que en opinión del presidente de la Asociación de Vecinos, Juan Pombo, "puede ocasionar diarreas, mareos y vómitos a causa del mal olor", una posibilidad descartada reiteradamente por las autoridades locales de sanidad.

Continúa siendo un incógnita el alcance de impacto ambiental derivado de esta situación. La mayor preocupación reside en las consecuencias para el medio marino y las especies de pescado y marisco de la zona. El Instituto Oceanográfico de La Coruña ha iniciado hoy los análisis de las aguas.

Aunque pasará una semana antes de que se conozcan los resultados de estos análisis, el hecho de que durante veinte años no se haya seleccionado la basura vertida en Bens, hace temer por la existencia pilas de mercurio, que aun en pequeño número podrían contminar toda la ría.