Así lo explicó en una entrevista a Servimedia el presidente de Globalia, Juan José Hidalgo, quien destacó que pese a la caída en la facturación espera cerrar el ejercicio sin pérdidas, equilibrando resultados.

Además del descenso de la demanda, Hidalgo indicó que otro factor que ha afectado negativamente a la cuenta de resultados de Globalia ha sido el alto precio del carburante registrado hasta el mes de julio.

En referencia al petróleo, afirmó que "lo que está ocurriendo es algo de locos" y recordó que "hace un año estaba al precio que está ahora", aunque llegó a doblarse antes del verano.

"Esto no entra en los presupuestos ni en los cálculos de nadie", agregó y señaló que en una empresa como Globalia esta volatilidad hace imposible hacer previsiones fiables ya que el gasto en combustible alcanza los 400 millones de euros anuales.

En cuanto a los planes para 2009, Hidalgo anunció que "tenemos que apretarnos mucho el cinturón" y explicó que "se va a intentar ahorrar por todos los temas superfluos que se pueda y no afecten a la venta".

"Aunque si el combustible se mantiene como ahora nos puede ayudar mucho, debemos recortar gastos porque tenemos la previsión de que el año que viene sea bastante más duro", prosiguió Hidalgo quien pese a anuciar recortes descarta que esto pueda llevar a que Globalia se desprenda de alguna de sus líneas de negocio o a recortar de forma significativa su plantilla, que ronda los 25.000 empleados.

"No afectarán a ninguna división del grupo, ya que serán recortes interiores de muchas cosas como, por ejemplo, el gasto publicitario. Los gastos generales ascienden a más de 4.000 millones y pretendemos reducirlo en, al menos 50 millones", matizó Hidalgo.

Tampoco prevé que Globalia pueda plantearse salir a bolsa en la situación actual. "No lo hicimos antes y no me arrepiento de haberlo decidido así porque ahora estamos más cómodos. Además,ahora no es momento de pensar en eso ni en vender nada", puntualizó.

NEGOCIO AÉREO

Los planes para la aerolínea del grupo, Air Europa, no pasan por la reducción de las rutas o de la flota. Según Hidalgo, la compañía mantendrá las rutas, aunque para el medio y el corto radio utilizará aviones más pequeños.

Por ello, tiene previsto incorporar 12 aviones del fabricante Embraer en los dos próximos años que irán reemplazando a los Boeing 737/800. Se trata de un avión de 120 plazas con filas de dos asientos en cada lado del pasillo.

Para el largo radio, Air Europa mantendrá sus seis Airbus A-330/200, aviones que tiene previsto utilizar hasta 2013, fecha en que empezará a recibir los ocho Boeing 787 Dreamliner que tiene encargados.

En cuanto al sector, Hidalgo prevé que "este invierno haya más compañías con dificultades porque los problemas de la aviación no se han terminado".

A este respecto, señaló que "hasta ahora ha habido una gran sobreoferta en España porque la gente se ha vuelto loca poniendo aviones y haciendo rutas" y se mostró esperanzado de que la crisis pueda "reconducir a un punto más equilibrado en el que no tengan pérdidas el 80% de las compañías que están operando".

"Este negocio no es lógico, hay que buscar la eficacia y eso pasa porque no haya tanta oferta. Es normal que todas las provincias y las autonomías quieran que los aviones vuelen a sus aeropuertos pero no hay suficientes clientes para hacer rentables tantas líneas", apostilló.

Asimismo, y en cuanto a su previsión de no suprimir rutas, destacó que Air Europa es distinta a las otras compañías porque está adaptada al resto de negocios del grupo y se maneja de forma coordinada con el touroperador, las agencias, el "handling", el mantenimiento y los centros de información.

PRIVATIZACIÓN DE AENA

Por otra parte, Hidalgo se mostró interesado en participar en el proceso de privatización parcial de AENA aunque indicó que la decisión definitiva sobre dicha actuación dependerá de cómo se encuentre Globalia cuando llegue el momento y de cuáles sean las condiciones en las que se haga esta privatización.

"En todo lo que sea aviación y transporte, cualquier cosa que salga, sea la privatización de los aeropuertos o las nuevas concesiones de las líneas regulares terrestres que están casi todas vencidas vamos a esttar presentes", agregó.

Asimismo, anunció estar también interesado en la liberalización del ferrocarril y reiteró que "intentaremos estar en todo lo que tenga relación con la comunicación y el turismo porque tenemos armas para alimentar cualquier tipo de transporte".

BAJO COSTE

En cuanto a la división de bajo coste de Globalia, el Grupo Pepe, Hidalgo destacó que "hemos conseguido crear una marca con gran implantación y eso tiene un valor".

Pese a ello, admitió que, de momento, no ha sido rentable por lo que anunció que una vez conseguida la implantación, especialmente de Pepecar, la intención de Globalia es empezar a subir las tarifas.

"Hasta ahora se han puesto los coches en el mercado y han llamado la atención, pero, poco a poco, deben estabilizarse las tarifas y cobrarse lo que cuestan realmente", concluyó.

En referencia a los negocios de bajo coste, Hidalgo considera demostrado que el "low cost" es algo muy difícil de mantener porque "los costes fijos son fijos para todos y en la aviación alcanzan el 80%".

"Sobre un 20% puedes ser mejor gestor pero eso no da para regalar los billetes como se están regalando por ahí", subrayó Hidalgo quien afirmó que "lo que hay que ser es competitivos".

Por ello, aseveró que el "low cost" "es un boom publicitario vinculado a Internet y a la gente joven ya que si se mantienen algunas de estas compañías no es por el ahorro diario que no puede ir más allá de tener empleados más baratos porque están fuera de convenio o acaban de ser contratados".

Finalmente, concluyó que "en la aviación no se pueden hacer milagros y es evidente que no se puede cobrar la mitad que otro. Las cosas tienen su coste y volar cuesta lo que cuesta y si no te lo pagan no puedes funcionar".