El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, apeló el jueves a "la secuencia de los tiempos" para vincular el paro de los jueces al debate sobre la responsabilidad de Rafael Tirado en el caso de la niña Mariluz.

En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, la vicepresidenta siguió esa estela al decir que ignora si ese debate es "causa o efecto directo" de la huelga, pero que en todo caso la protesta se convoca "a partir de" ese debate.

Sobre esa premisa, reafirmó que el Gobierno tiene "toda" la voluntad de dialogar con las asociaciones de jueces para mejorar la calidad de la administración de Justicia. "Ahora bien, para dialogar hace falta la voluntad de las dos partes", y convocar una huelga cuando se está hablando "no parece lo más razonable".

Advirtió además de que los poderes del Estado "estamos en el mismo barco", que es el servicio a los ciudadanos, siempre desde la responsabilidad de cada uno de esos poderes y con los mecanismos de separación y colaboración entre ellos.

"Harán un flaco favor a los ciudadanos aquellos que pretendan trasladar la imagen de enfrentamiento entre poderes", dijo la vicepresidenta, dejando claro que por parte del Gobierno no existe esa voluntad y "el buen hacer" de los jueces permite presuponer que tampoco es esa su intención.

Por ello, aseguró que el Gobierno sigue confiando en el diálogo para preservar la voluntad común de mejorar el servicio público a los ciudadanos.