Fernández de la Vega hizo este anuncio durante su intervención en la inauguración de la XVII Conferencia Internacional sobre Sida, que se celebra en México y que comenzó a las dos de esta madrugada hora española.

Por primera vez esta conferencia se celebra en un país de América Latina, y Fernández de la Vega centró en ella su actividad de la jornada en México, primer destino de su gira por el continente. Antes de la inauguración, se reunió con el director ejecutivo de Onusida, Peter Piot, y con representantes de ONG de la red "Tenemos Sida".

En su intervención, Fernández de la Vega subrayó ante las delegaciones las "enormes diferencias" que existen de unos países a otros en el acceso a recursos sanitarios y fármacos, que hacen que el sida sea una enfermedad cronificada en algunos lugares, pero permanezca como epidemia mortal en otras muchas zonas del planeta.

A modo de ejemplo, recordó que el África subsahariana acoge a una décima parte de la población mundial, pero allí se concentran el 64% de los adultos con sida, el 85% de los niños que padecen la enfermedad y el 75% de las muertes por causa de ella. En los países con menos recursos, la posibilidad de transmisión del virus de madre a hijo es 25 veces superior a la existente en los países más desarrollados.

"Donde quiera que dirijamos nuestra mirada, encontraremos una estrecha correlación entre sida y desigualdad. Desigualdad social y económica, sin duda, pero también desigualdad de género", dijo la vicepresidenta, porque los datos de Naciones Unidas indican que en las zonas del planeta donde más avanza la enfermedad aumenta de forma drástica el número de mujeres seropositivas, y en muchos casos la probabilidad de una mujer de contraer la enfermedad es cinco veces mayor a la de los varones.

COMPROMISO Y SOLIDARIDAD

Por todo ello, concluyó que el sida no es sólo un problema de salud, sino también de desarrollo, de justicia social y de equidad, y que su aparición y extensión ha movilizado a la sociedad y a los poderes públicos por el camino del compromiso y la solidaridad.

Una vez que el número de muertes por esta enfermedad se ha reducido por primera vez, prosiguió, es el momento "de unir nuestras fuerzas para que esos tratamientos y esa asistencia que tantas vidas están salvando lleguen a todos los enfermos de sida allí donde se encuentren, independientemente de su sexo, de su condición social, de su situación económica. Sin brechas, sin desigualdad, con justicia".

Fernández de la Vega felicitó expresamente a las autoridades mexicanas, anfitrionas de la conferencia, por un acuerdo suscrito con las empresas farmacéuticas para rebajar el precio de los antirretrovirales, y reafirmó a continuación el compromiso del Gobierno español en la lucha contra el sida.

Como prueba de ese compromiso, subrayó ante las delegaciones que España ha incrementado las aportaciones al Fondo Global de Lucha contra el Sida, la tuberculosis y la malaria, hasta llegar a los 600 millones de dólares para el periodo 2008-2012. Financia además con un millón anual la Plataforma Europea de Ensayos Clínicos y ha donado otro millón a Onusida para la Iniciativa Internacional de la Vacuna.

"Estamos convencidos de que es tiempo de detener el sida. Estamos convencidos de que unidos podemos. Estamos convencidos de que, como indica el lema de esta conferencia, es necesaria una iniciativa universal ya. Pueden contar con España para ello", dijo la vicepresidenta.

En la inauguración de esta conferencia participaron también el presidente de México, Felipe Calderón; el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton, y el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, con quien Fernández de la Vega tiene previsto mantener un encuentro bilateral aprovechando su estancia en México.