Según la vicepresidenta, hoy España es un país con una "democracia consolidada, una economía pujante, una cultura viva" y un reconocimiento como actor "en la política internacional", por lo que puede "mirar con confianza hacia delante" y tiene "fuerza para conocer y asumir" su pasado.

De la Vega estuvo acompañada en el acto inaugural por los responsables de todas las instituciones que apadrinan la muestra: el presidente de la Fundación Pablo Iglesias, Alfonso Guerra, el presidente de Caja Duero, Julio Fermoso, el presidente de la Fundación Francisco Largo Caballero, Antón Saracíbar, y el presidente del Círculo de Bellas Artes, Juan Miguel Hernández León.

Todos coincidieron en sus intervenciones en destacar la cifra de 33.000 niños exiliados durante la Guerra Civil y todos tuvieron palabras para algunos de aquellos que, repatriados antes o después, contemplaban hoy emocionados los recuerdos de un punto y seguido en sus vidas a través de la exposición.

Gerra explicó, además, que "la propaganda del régimen de Franco intentó convencer" a los españoles de que sólo había niños exiliados en Rusia, cuando, en realidad, Bélgica, Noruega, Suecia, Gran Bretaña, Suiza, Francia y México, entre otros países, acogieron niños republicanos.

Señaló en su intervención una de las piezas más destacadas de la colección, una carta que un padre escribió a su hija unas horas antes de ser fusilado para impedir que el tiempo dejara en ella la más mínima duda sobre su inocencia. Ella, que se llama Victoria Gómez y estuvo presente en el acto, no paró de llorar.

Fernández de la Vega repasó las medidas que el Gobierno ha adoptado respecto a la equiparación de las pensiones de los exiliados, "niños de la guerra", a la pensión mínima contributiva por jubilación, ley que tildó de "acto de justicia y de solidaridad".

Asimismo, incidió en que, mientras "el sentido de la historia puede ser controvertible", hay "cosas que no son discutibles", como "la desolación, el desamparo" y "la soledad" que se observan en las fotografías de la exposición ante las que "nadie puede permanecer ajeno".