Según los vecinos, si la corporación sigue adelante con el proyecto, que recoge la construcción de oficinas en detrimento de viviendas, se degradarán en exceso las urbanizaciones en las que residen.

Jorge Mijangos, presidente de la Asociación de Vecinos de La Moraleja y el Soto, declaró que la instalación de oficinas en este sector deteriorará la convivencia y creará peligro constante por el incremento que sufrirá el tráfico en la zona. Los residentes en estas urbanizaciones segregacionistas piden también que se mejoren los accesos y que no se consideren las calles de El Soto como vías de servicio, así como que se incremente el número de patrullas de Policía Local, que desde hace dos meses no aparecen por allí, según los vecinos.

El Partido Popular, grupo mayoritario en la oposición municipal, también se ha sumado a las reivindicaciones de estos vecinos y ha sugerido que presionen al ejecutivo municipal, mediante movilizaciones, etre las cuales se pueden contar actos como cortar el tráfico en la N-I.

Por su parte, el concejal de Urbanismo, que se ha reunido con representantes de los vecinos, ha asegurado que se intentará cubrir al máximo las necesidades de la urbanización, y que durante esta legislatura está proyectado construir en la zona un Centro de Salud, centros cívicos y otras dotaciones.