Así lo anunció este jueves Facua Madrid en un comunicado en el que precisó que le han enviado una carta en la que instan al organismo a que intervenga para “proteger” los derechos de los viandantes ante la “expansión sin control de estos espacios” en las dos capitales.

En el texto, las organizaciones piden al Defensor del Pueblo que inicie una "investigación" por la “posible vulneración de derechos fundamentales” de la ciudadanía y el “posible incumplimiento constante” de las ordenanzas municipales y otras leyes por parte de los hosteleros. Además, denuncian la “falta de vigilancia y sanción” de las administraciones locales.

A su juicio, la expansión “descontrolada” de las terrazas de hostelería “supone un auténtico problema” para las zonas que la sufren, “especialmente las más turísticas”, con “afecciones” para los vecinos entre las que destacaron exceso de ruidos, falta de descanso, problemas de accesibilidad y movilidad, residuos e inseguridad ciudadana.

En este sentido, reclamaron a la institución que, ante las “numerosas” quejas vecinales, "proceda a remitir advertencias a las autoridades" de las dos ciudades para que cesen en su "actitud permisiva y cómplice” y adopten “las medidas legislativas, inspectoras y sancionadoras precisas” que permitan “garantizar los derechos de los vecinos".

AUMENTO DE LAS INSPECCIONES

A este respecto, la presidenta de Facua Madrid, Marian Díaz, advirtió de la necesidad de que las administraciones locales aumenten las inspecciones en las zonas afectadas por esta problemática para sancionar a los establecimientos que incumplan la normativa y poder garantizar la protección de los vecinos.

En este punto, indicó que los vecinos afectados pueden presentar denuncias por escrito ante las posibles “vulneraciones” de la legislación, como forma de “presionar” a la administración “para que reconozca la existencia de un problema”.

Por su parte, la presidenta de la FAVB, Ana Menéndez, insistió en los “graves problemas” de salud que provoca el ruido en los habitantes de dichos barrios, convencida de la existencia de “un grave problema de salud pública que se repite desde hace muchos años" y que se ha "agravado" con la pandemia.

Finalmente, el presidente de la Fravm, Quique Villalobos, coincidió en que la problemática se está “agravando” también en Madrid, ciudad en la que las terrazas “eran estacionales" pero ahora, "después de la excepcionalidad provocada por la covid, se alargan todo el año y, a diferencia de Barcelona, no requieren licencia".