La fiesta será completa, ya que según explicó a Servimedia el alcalde del municipio, José Ocaña, "hay hasta concursos de belenes y adornos en las casas, como si fuese pleno diciembre".

José Ocaña relató que todo comenzó "de cachondeo" en un pleno del ayuntamiento en el que los comerciantes estudiaban junto a los ediles cómo podían celebrar la Nochevieja, después de que el fuerte viento dejara a la zona sin corriente eléctrica el 31 de diciembre 1994.

"Uno de ellos se levantó ligeramente cabreado diciendo que para que no hubier problemas de tormentas o viento, íbamos a tener que hacerlo en agosto", y se hizo en agosto, concretamente el día 4, agregó el alcalde.

Desde entonces, el primer viernes de agosto este pueblo de 865 habitantes celebra su particular Nochevieja, a la que, por ser verano, pueden asistir también "los hijos del pueblo que se han tenido que ir a trabajar a otras zonas y vienen de vacaciones", de forma que Bérchules acoge durante estos meses a unas 3.000 personas.

Hoy estarán, además, los vecinos de lo pueblos cercanos, que aunque ya tomaron las uvas el 31 de diciembre pasado, volverán a celebrar el final de año en manga corta. Centenares de polvorones se repartirán en una carretilla por las calles de pueblo. La Nochevieja de Bérchules, aunque sea una tradición reciente, comienza a tener su interés turístico en la comarca.