Los vecinos que forman este grupo de oposición a la incineradora han repartido folletos informativos entre la pblación durante los últimos días.

Además, han solicitado a diversos profesores y expertos en medio ambiente, entre ellos Ramón Tamames, que visiten Almadén para explicar a sus habitantes las características, ventajas e inconvenientes que plantean este tipo de plantas.

Los vecinos de esta localidad manchega de 8.000 habitantes permanecen divididos durante los últimos años como consecuencia de esta planta de tratamiento de residuos tóxicos.

Mientras un sector de la población apoya a la mayoríasocialista que dirige el Ayuntamiento, partidaria de la instalación de la incineradora porque considera que será un revulsivo económico para la comarca; otros comparten las tesis más conservacionistas, contrarias a este tipo de plantas, y algunos no se han inclinado todavía por ninguna de las dos opciones.

Por su parte, Angeles Rodríguez criticó la actitud de la empresa estatal Mayasa y aseguró que la multinacional norteamericana Waste Management Incoporated (WMI) ha sido multada en diversas ocasionesen su país por cometer distintos atentados ecológicos.

La WMI se ha asociado a Mayasa para instalar una incineradora de residuos tóxicos en Almadén con capacidad para tratar 45.000 toneladas al año.

Sin embargo, la presidenta de la plataforma mantiene que "seguiremos trabajando y presionando hasta que desistan de ponerla aquí. La ley nos ampara, ya que dice que la planta hay que ponerla donde se generan los residuos, y aquí ya no creamos este tipo de desechos".

"Mayasa y el Ayuntamiento", agegó, "lo están vendiendo como la solución de la comarca de Almadén, pero es todo lo contrario, la incineradora contamina y ahuyenta los posibles proyectos industriales que quieran asentarse aquí".

Los responsables de la plataforma aseguran que ya han recogido más de mil firmas contra la instalación de la planta y están convencidos de que la mayoría de sus vecinos terminarán apoyando su reivindicación.