Contrariamente a lo que se podría pensar, aquellos que pasan por el quirófano para embellecerse son los alemanes ordinarios, y no una élite, según informa la Asociación de Crujanos Plásticos Alemanes.

Hans-Henning Spitaly, de una clínica cosmética en la localidad de Prien, explica que durante muchos años los alemanes preferían dejar que la naturaleza hiciera su trabajo. Sin embargo, "ahora se fijan en las estrellas de Hollywood y a otra gente famosa" y ya no se sienten incómodos ante la idea de cambiar su imagen quirúrgicamente.

Otras de las operaciones preferidas por los alemanes son los implantes de pene (cerca de 10.000 varones cada año) y el elevamiento de glútes.