La escala está compuesta por 30 ítems para evaluar a mujeres y 30 para evaluar a hombres tales como ‘Pienso que las mujeres (o los hombres) bisexuales no deben trabajar con niños/as’, ‘Pienso que las mujeres (o los hombres) bisexuales no deberían casarse’ o ‘Evito a mujeres (hombres) bisexuales’.

Además, los expertos acortaron dicha escala y validarom una versión con tan sólo ocho ítems paralelos para cada género.

Así, 495 estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Educación y Psicología de la propia UCO participaron en la puesta a punto de esta escala y la completaron junto con otras variables de interés, como el sexismo o la dominancia social.

Los resultados confirmaron la validez del instrumento y, además, permitieron profundizar en la mirada hacia la bisexualidad, según detallaron desde la universidad.

Igualmente, en los resultados obtenidos, el rechazo hacia las personas bisexuales fue muy bajo, pero las actitudes negativas estuvieron relacionadas con el sexismo, la homofobia y la orientación a la dominancia social, que es una variable que evalúa la discriminación en general y el apoyo a las jerarquías sociales. Es decir, quienes tenían actitudes negativas hacia las personas bisexuales también eran más sexistas y tenían mayor apego a la jerarquía.

También, los hombres bisexuales están peor vistos que las mujeres bisexuales, y estos hombres, además, son peor vistos por los propios hombres, explicó el investigador integrante del trabajo Sebastián Vivas.

Esto tiene relación con los estereotipos de género ya que, aunque haya actitudes negativas tanto hacia mujeres como hacia hombres bisexuales, en el caso de la mujer se enlazan más con la promiscuidad o la erotización por parte del hombre y "se las ve como unas mujeres heterosexuales confusas, mientras que en el caso de los hombres se invisibiliza y se les señala como homosexuales confundidos", añadió Vivas.

Por otra parte, la muestra de estudiantes se eligió porque “son jóvenes que en el futuro serán profesionales que trabajarán con personas de diferentes edades y tienen la responsabilidad de tratar de manera igualitaria a todo el mundo", señaló la investigadora y autora principal del trabajo, Rosario Castillo.

Del mismo modo, "esta escala permite medir por separado las actitudes hacia mujeres y hombres bisexuales, convirtiéndolo en un instrumento de medida muy valioso porque hace posible tener en cuenta la perspectiva de género", detalló Castillo.

Desde la UCO destacaron que con este trabajo se aporta una herramienta que abre la posibilidad a investigar las actitudes contra las personas bisexuales, elaborar estrategias para promover la igualdad de trato, como la formación a trabajadores del servicio público o la educación en igualdad en todos los niveles educativos, y después poder evaluar los efectos de estos programas.

Por ello, afirmaron que con esta herramienta “se avanza en la visibilidad de la bisexualidad y se camina hacia una sociedad mejor y más igualitaria”.

El trabajo de validación lo realizó un equipo formado por los expertos ya citados junto a los investigadores Carmen Tabernero, Sandra Santiago, Laura Onieva y Bárbara Luque y Francisco García.