VACAS LOCAS. EL GOBIERNO CAMUFLA UNA TASA DE 3 A 5 PESETAS POR KILO DE CARNE QUE COSTARA 28.000 MILLONES A LOS CONSUMIDORES
- Se permite a los mataderos cobrar más por sus servicios, de manera que la subida se trasladará a los consumidores
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El Gobierno aprobará el próximo viernes en Consejo de Minitros un Real Decreto que permitirá a las industrias cárnicas facturar entre 3 y 5 pesetas más por cada kilo de carne que gestionen, en concepto de destrucción de las harinas procedentes del tratamiento de residuos cárnicos. Esta "tasa camuflada" será trasladada a los consumidores, que pagarán en total unos 28.000 millones de pesetas adicionales, sólo en el 2002.
Esta es la solución a la que llegaron el Ministerio de Agricultura, los productores y los ganaderos el pasado jueves, según ha podido saber Srvimedia en fuentes del sector.
El secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), Fernando Moraleda, aseguró a esta agencia que se trata "llanamente de un impuesto, una tasa camuflada" y que, si bien soluciona en parte el problema de los ganaderos -que ahora debían pagar a los mataderos un importe por cada animal sacrificado-, "no nos parece la solución más idónea y no es la solución de UPA".
El borrador del Real Decreto, que ya ha sido consultado con Hacienda, modifica el sistemade facturación de las industrias cárnicas y añade un nuevo concepto bajo el epígrafe de "costes totales de la gestión y eliminación de los subproductos generados", que debe ser de obligado cumplimiento por parte del sector.
Según el último borrador de Agricultura, al que tuvo acceso Servimedia, se trata de "identificar de manera clara la cuantía correspondiente a la gestión y eliminación de los subproductos que, hasta la fecha, se utilizaban para la fabricación de harinas animales".
PAGA EL CONSUMIDR
De esta manera, continúa el borrador, se desglosará "claramente" la parte que se corresponde con esta labor de destrucción de las harinas para "facilitar la repercusión al destinatario final de los productos cárnicos (el consumidor) los costes añadidos de la eliminación de subproductos generados a lo largo de la cadena alimentaria".
El Gobierno consigue así solucionar el coste de destrucción de las harinas cárnicas que dejó de pagar el 31 de diciembre pasado y evita poner en marcha un nuevo impesto o tasa, como se planteó al inicio de la crisis de las "vacas locas". Según las estimaciones del sector, el coste de destrucción de las harinas está en unos 168 millones de euros anuales (unos 28.000 millones de pesetas), que ahora pagaran todos los ciudadanos.
Sin embargo, esta medida no contenta totalmente a los ganaderos, que consideran que, dado que el asunto de las harinas cárnicas es un problema de "salud pública", según Moraleda, debería ser el Estado quien costeara este problema y no los gnaderos o, en su defecto, los consumidores.
Mientras, desde la Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas (COAG) se asegura que el Gobierno se está "inhibiendo peligrosamente" en asuntos de su completa competencia, en referencia también a la salud de todos los ciudadanos.
Además, si bien con esta medida se soluciona el asunto de la destrucción de las harinas cárnicas, queda pendiente cómo costear la desaparición de los Materiales Específicos de Riesgo (MER), aquellos susceptibles de tranmitir el prion de la enfermedad de las "vacas locas", que suponen actualmente para los ganaderos otro sobrecoste de unos 102 millones de euros anuales (17.000 millones de pesetas).
Por el momento, el Gobierno aprobará el próximo viernes esta modificación que se aplicará a "las facturas que se libren en virtud del tráfico mercantil de productos cárnicos que se realice entre las industrias cárnicas y las empresas de distribución comercial o puntos de venta al público". Estos últimos repercutirán el aumeto del coste en los consumidores.
(SERVIMEDIA)
13 Ene 2002
C