Se trata de "Elvira", una vaca allega de abuela austriaca, y de raza "Fleckvick". Esta res fue trasladada de Coristanco a una granja de Bergantiños, en la misma provincia. Sus descendientes fueron sacrificados antes de cumplir los 24 meses y destinados al consumo.

Es el segundo ejemplar de ganado vacuno que se detecta en España con Encefalopatía Espongiforme Bobina (EEB), tras el caso de otra vaca en una granja de Carballedo (Lugo). En ambos casos, todas las reses que convivían con las enfermas (46) fueron sacrificadas y los análiss realizados con ellas han dado resultado negativo.

Arias Cañete aseguró que el nuevo caso ha sido confirmado por el Laboratorio Nacional de Referencia (LNR) para las Encefalopatías Espongiformes Transmisibles (EET), con sede en Zaragoza, que dirige el doctor Juan Badiola, y confirmado por el laboratorio inglés de Weybridge, el más importante del mundo en esta enfermedad.

De hecho, según reconoció Arias Cañete, los análisis sobre "Elvira" han sido "muy complicados" porque las muestras tomadas a l res, una vez muerta, eran escasas y poco clarificadoras. Fuentes del laboratorio explicaron a Servimedia que pasó demasiado tiempo entre la toma de la muestra del cerebro de la vaca y su conservación en formol.

Respecto a los dos supuestos nuevos casos de "vacas locas" detectados en dos explotaciones de Castilla y León (en Burgos y León), Arias Cañete aseguró que se les ha realizado el test conocido como "prionics" en el laboratorio de Algete (Madrid) y el resultado ha sido negativo, a falta de confimar el estudio epidemiológico posterior.

Finalmente, el ministro de Agricultura consideró "esperanzador" que los análisis a las reses que convivieron con las enfermas hayan dado resultado negativo, lo que, a su juicio, significa que no estamos ante una epidemia de la enfermedad, por lo que "no hay razones para el pánico" entre los consumidores.

RESES VIEJAS

Arias Cañete precisó que España trabaja a marchas forzadas en dos frentes destacados de actuación contra el mal de las "vacas locas": poteniar los laboratorios para realizar los test de detección de la enfermedad e iniciar el sacrificio y posterior tratamiento de destrucción de las reses mayores de 30 meses, susceptibles de ser portadoras de la enfermedad.

Agricultura cree que todas las vacas de más de 30 meses que no hayan sido sometidas a los test correspondientes deben ser consideradas como supuestas enfermas y tratadas como si fueran Materiales Específicos de Riesgo (MER) para la transmisión del mal y, por lo tanto, destruidas mediane el correspondiente tratamiento de presión, temperatura y tiempo.

En este sentido, aseguró que la pretensión del Gobierno es sacrificar cada mes 26.000 vacas mayores de 30 meses, lo que significa unas 9.000 toneladas de residuos mensuales, que deben ser almacenados y destinados a su destrucción en las cinco plantas incineradoras que están funcionando en España.

Por otra parte, Arias Cañete aseguró que la intervención del Estado para comprar carne de vacuno se pondrá en marcha en cuanto desde Bruelas -previsiblemente el 12 de diciembre- se fije el precio mínimo del kilo. A partir de entonces, se iniciará la intervención, en la que el Gobierno comunitario pagará el 70% del coste de la res y cada Ejecutivo nacional el 30% restante.

Sobre la potenciación de las plantas de tratamiento de los residuos conocidos como MER y de los laboratorios especializados en encefalopatías, Arias Cañete aseguró que se está trabajando en la formación de técnicos de laboratorios y se ha abierto un programa de colabración con las comunidades autónomas, que son las que tienen las competencias para fijar la ubicación de incineradoras y laboratorios.

Finalmente, el titular de Agricultura confió en que España empiece cuanto antes a hacer test de detección de la enfermedad, para lo que ya se han solicitado las pruebas analíticas a Suiza. Las primeras analíticas generalizadas se realizarán en Galicia y continuará por todo el territorio nacional.