USAR PALABRAS LARGAS NO SIRVE PARA PASAR POR LISTO, SEGUN UNA INVESTIGACION DE PRINCETON
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Usar palabras largas no sirve para pasar por listo, según una investigación de Daniel Oppenheimer, un psicólogo de la Universidad de Princeton (EEUU) que sometió al juicio crítico de varios grupos de estudiantes textos de diferentes estilos.
La serie de cinco experimentos efectuados por Oppenheimer demostraron que la gente tiende a considerar a quienes hablan un lenguaje claro como más inteligentes que quienes se pierden en expresiones alambicadas.
Por ejemplo, los estudiantes consideraron que hay más inteligencia detrás de una frase como "the primary academic goal I have set for myself is to use my potential to the fullest" ("la primera meta educativa que me he fijado es usar mi potencial al máximo") que de otra de parecido significado, pero más pretenciosa, como "the principal educational aspiration I have established for myself is to utilize my capabilities to the fullest" ("la principal aspiración educacional que me he establecido es utilizar mis capacidades al máximo").
Comentando los resultados de su investigación, el profesor Oppenheimer señaló que no se trata de desterrar todas las palabras largas de nuestro vocabulario, pero sí de tener claro que no deben ser empleadas sin necesidad. "Si hay diferentes maneras, igualmente válidas, de expresar una idea, es mejor decidirse por la más simple", indicó.
Los resultados de este estudio han sido inmediatamente difundidos por la "Plain English Campaign", una activa organización británica dedicada a defender el inglés frente todos los ataques que sufre cada día desde el mundo de la política, el periodismo o el famoseo.
La organización acogió las conclusiones de la investigación de Princeton con irónico jubilo: "ya es oficial", proclamaron, "hablar un inglés claro hace que usted parezca más inteligente".
En su tarea de defensa del idioma, la "Plain English Campaign" concede anualmente el premio a la "metedura de pata" lingüística más destacada del ejercicio, un galardón de castigo al que se han hecho acreedores, entre otros, el actor Richard Gere y el secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld.
Gere, conocido por sus creencias budistas, declaró en 2002 lo siguiente: "Yo sé quién soy. Nadie más sabe quién soy. Si yo fuese una jirafa y alguien me dijese que soy una serpiente, yo pensaría 'no, realmente soy una jirafa".
Rumsfeld, de quien no se sospechan creencias budistas de ningún tipo, manifestó lo que sigue en 2003: "Los informes que dicen que algo no ha ocurrido son siempre interesantes para mí porque, como sabemos, hay cosas que tenemos por conocidas; hay cosas que sabemos que sabemos; también sabemos que hay cosas que sabemos que no sabemos; es decir, que sabemos que hay algunas cosas que no sabemos. Pero hay también desconocimientos desconocidos, aquellas cosas que no sabemos que no sabemos".
No siempre han sido ilustres norteamericanos quienes han ganado el premio. En 1993, el entonces entrenador del equipo de cricket de Inglaterra Ted Dexter, desesperado ante la enésima derrota de su equipo ante Australia, se lo explicaba así: "tal vez estamos bajo el signo equivocado. Tal vez Venus está en una conjunción equivocada con alguna otra cosa. No sé".
(SERVIMEDIA)
13 Nov 2005
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