Para ello, el propio Abad explicó a Servimedia que ha pedido a la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, que se refuercen las actuaciones sobre estos sectores, ya que “es un escándalo la impunidad con la que operan”.

Además, Abad explicó que el recurso fraudulento a la figura de los falsos autónomos no se da en exclusiva en las grandes empresas, sino también en las de tamaño medio. Asimismo, indicó que tampoco es propio únicamente en los repartidores (conocidos como 'riders'). “Es una práctica habitual en muchos sectores”, denunció.

En el conjunto de la economía española, UPTA estima que hay unos 300.000 falsos autónomos, con la consiguiente “vulneración de derechos laborales que sufren estas personas” mientras las empresas tienen “como único afán abaratar sus costes” eludiendo el pago de cotizaciones.

“Esta situación tiene que acabar de una vez”, incidió el presidente de UPTA, que criticó que haya empresas que han “pervertido” la figura del trabajador autónomo económicamente dependiente ('trade'). No obstante, explicó que es una figura infrautilizada, ya que el número de autónomos registrados bajo esta figura legal oscila siempre entre las 7.000 y las 10.000 personas en toda España.

Además, el responsable de UPTA dijo que la tarifa plana de autónomos contribuye a que se acuda a la figura del falso autónomo con mayor intensidad. En su opinión, este instrumento “ha sido una perversión para desnaturalizar el mercado de trabajo”.

Con todo, precisó que no pide que se elimine la tarifa plana, sino que se “vigile a quién se le da”, para garantizar que es realmente un trabajador autónomo y no una persona que debería estar asalariada.

La tarifa plana es un instrumento en virtud del cual un autónomo se beneficia durante sus 24 primeros meses de actividad de una cuota reducida de 80 euros.

Sobre el papel del Ministerio de Trabajo, Abad subrayó que “los pasos que da la ministra son advertencias muy claras: si te cogen un con falsos autónomos, barato no te va a salir. Incluso podría tener sanciones penales. Suficiente mensaje de claridad para que alguien reconsidere lo que está haciendo”.

Eso sí, Abad se alineó con las exigencias de los sindicatos de la Inspección de Trabajo y reclamó que este organismo sea reforzado, ya que actualmente la plantilla está “desbordada”.