Según informó hoy UPTA, se trataría de implantar la obligación de contar con un carné profesional para cada empresario individual que asegure ante la empresa contratante que su titular cumple con sus obligaciones fiscales y para con la Seguridad Social.

Para que al menos 300.000 autónomos pudieran contar con este carné en un periodo máximo de dos años, sería imprescindible que la Administración Central y las Comunidades Autónomas abordaran un plan ambicioso de formación en materia de prevención de riesgos laborales, hoy prácticamente inexistente.

Según esta organización, más de 550.000 autónomos han venido trabajando en estos años en el sector de la construcción, muchos de los cuales en estos momentos tienen serias dificultades para poder mantener su actividad habitual. En los últimos meses, entre tres y cinco mil empleos autónomos se han perdido por falta de trabajo en el sector.