Para la sesión de control al Gobierno, Catalán había registrado la pregunta de si Sánchez “considera que con sus socios de gobierno se puede hacer frente a los retos de futuro de Navarra y España”, pero lo que hizo fue denunciar su “compadreo con Bildu” y que le haya dado la Alcaldía de Pamplona, y que presente ETA como algo muy remoto pero no el franquismo.

En particular, recordó que al alcalde, Joseba Asiron, fue en su día tachado de machista por concejales socialista; que su teniente de alcalde, Javier Escobar, fuera condenado por agredir a dos mujeres, y preguntó a Sánchez “qué le parece” que su socio de gobierno en Navarra organice actos de enaltecimiento a terroristas.

Sánchez se atuvo a la referencia de Catalán a los retos del futuro y presumió de haber reducido la desigualdad y el número de parados, también en Navarra. Y lamentó que, a su entender, a UPN no le importen realmente estos temas porque “va siempre al mismo lugar”, diciendo que le “gustaría tener una oposición mucho más constructiva”, porque “realmente, si no, va a ser imposible este diálogo”.

En su turno de réplica, Catalán reafirmó que EH Bildu “rechaza la realidad institucional de Navarra”, que “quiere que desaparezca”, desprecia el amejoramiento del fuero y ha estado “siempre en contra de todos los restos de futuro” en la comunidad. Preguntó “qué dirían” en el Gobierno si un socio del PP homenajeara a la dictadura franquista o hiciera enaltecimiento del terrorismo y terminó instando a Sánchez: “No sacrifique la personalidad y el futuro de Navarra por sus intereses personales”.

El presidente del Gobierno, a su vez, subrayó que, de los cinco diputados electos en el Congreso, dos son del PSOE y otro de EH Bildu, por lo que espetó a UPN que “no tiene la exclusividad para hablar en nombre de Navarra”, mucho más cuando “el navarrismo de UPN sólo se limita a replicar” los argumentos del PP después de la “opa” que le hizo este partido, y sentenció: “Deberían ustedes hacérselo mirar y actuar en consecuencia”.