UPA advierte de que este sector puede llegar de nuevo en las próximas semanas a una situación crítica que provoque el abandono de muchas pequeñas y medianas explotaciones familiares, "que a duras penas intentan sobreponerse a la crisis, por lo que se puede culminar el proceso de expulsión del mercado de entre un 20 y un 30 por ciento de las pequeñas ganaderías de porcino familiares".

Según un análisis realizado por el Gabinete Técnico de UPA, una explotción media de porcino en España ha sufrido una pérdida media de 3 millones de pesetas en poco más de un año, teniendo en cuenta tan sólo los costes de alimentación.

Por esta razón, la UPA va a solicitar la puesta en marcha de medidas que fomenten el control en la implantación de nuevas granjas, así como otras actuaciones directas sobre el mercado si la bajada de precios se mantiene.

Entre esas medidas, UPA considera necesario fijar un mecanismo de compra de intervención pública para la carne de prcino, facilitar la salida de excedentes europeos en concepto de ayuda alimentaria a otros países y ayudas directas por pérdida de renta a las pequeñas y medianas explotaciones familiares del sector del porcino.