YAKOVLEV

UNO DE LOS ENFERMEROS QUE VIAJÓ A TURQUÍA AFIRMA QUE LES METIERON PRISA PARA LLEGAR A TIEMPO AL FUNERAL DE ESTADO

- Su versión de los hechos difiere sensiblemente de la ofrecida por los acusados

MADRID
SERVIMEDIA

El capitán Antonio González Hernández, uno de los enfermeros que viajó con la delegación militar enviada a Turquía para identificar y repatriar a las víctimas del Yak-42, aseguró hoy en la Audiencia Nacional que sus superiores les metieron prisa para acabar de reconocer e introducir en féretros a los cadáveres porque había que llegar a tiempo al Funeral de Estado.

"Fue esa misma noche", (la noche del 27 al 28 de mayo de 2003, cuando "nos dijeron que había que darse prisa para salir y acabar con el enferetrado (sic) porque había que llegar a una hora determinada porque se iba a hacer el funeral de Estado", dijo González Hernández ante el tribunal en una declaración que contradijo la versión ofrecida en el juicio por los tres acusados.

El accidente aéreo del Yak-42 tuvo lugar en Trebisonda (Turquía) el 26 de mayo de 2003 y en él fallecieron 62 militares españoles, de los cuales 30 fueron erróneamente identificados. El funeral de Estado que se ofreció a las víctimas tuvo lugar en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) dos días después, el 28 de mayo.

El enfermero González Hernández dijo además que, ante el poco tiempo que tuvieron para trabajar en Turquía, él pensaba al volver a España que los cadáveres "seguían sin identificar".

La versión de los hechos que González Hernández relató en su condición de testigo en la segunda jornada del juicio que la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional está celebrando por los errores en la identificación de 30 de las 62 víctimas españolas del Yak-42 difirió sensiblemente de la ofrecida por el principal acusado, el general Vicente Navarro.

Navarro, en una versión secundada por sus subalternos, aseguró ayer ante el tribunal que nadie, ni desde el Gobierno ni desde la cúpula militar, les metió prisa para acabar rápido con las labores de identificación y para repatriar los cadáveres en un plazo breve.

Ante las preguntas del fiscal Fernando Burgos, el enfermero aseguró que el primer día que llegaron a Turquía, la tarde del mismo día en el que se produjo el accidente, la delegación militar española no hizo ningún trabajo de reconocimiento de los cadáveres ya que la autoridad judicial turca les desalojó "enseguida" del depósito en el que estaban los restos de las víctimas españolas.

Esta fue la primera de las sorpresas que ofreció la declaración de Gónzalez Hernández ya que tanto el general Navarro, como los dos otros acusados, el comandante médico José Ramírez y el capitán médico Miguel Sáez, aseguraron ayer ante el tribunal que el primer día estuvieron trabajando hasta cerca de las 2.30 horas de la madrugada efectuando una primera ronda de reconocimiento de los cadáveres.

DATOS MÉDICOS

Otro de los puntos que diferían sensiblemente de los testimonios de los acusados se refiere a la propia naturaleza de los reconocimientos que los tres acusados llevaron a cabo sobre las víctimas españolas.

Mientras los acusados aseguraron que durante el reconocimiento se limitaron a relevar los datos médicos, tales como las lesiones que presentaban los cuerpos o el grado de las quemaduras, Gónzalez Hernándes afirmó hoy que no se tomaron notas de carácter médico si no que lo que se anotabaeran "datos de envergadura, peso, documentación, anillos, placas, graduaciones, en algunos casos los nombres que llevaban en los velcros".

"No hicimos ninguna descripción de lesiones, no recuerdo apuntar estos datos médicos", señaló el enfermero, que durante la rueda de reconocimiento de cadáveres estuvo asistiendo al comandante médico Ramírez.

Además, el enfermero señaló que durante las horas previas al viaje así como durante el traslado en avión sus superiores no le dieron ninguna instrucción concreta sobre cuál iba a ser su tarea o cuál iban a ser los procedimientos generales a seguir una vez en la zona.

Por último, el testigo indicó que durante todo el proceso de reconocimiento él se dedico a poner por escrito las notas que el comandante Ramírez le dictaba y aseguró que éste se las entregó al general Navarro.

El fiscal Burgos pide cinco años de prisión para Navarro y cuatro años y medio para Ramírez y Sáez al acusarles de un delito continuado de falsedad en documento oficial.

Todos ellos están acusados de este delito por haber faltado a la verdad cuando atribuyeron una filiación que no era la suya a 30 de las 62 víctimas del accidente aéreo, que tuvo lugar el 26 de mayo de 2003 en Trebisonda (Turquía).

(SERVIMEDIA)
25 Mar 2009
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