De los 55 millones de jóvenes que viven en la UE - un 15% de la población total- más de 14.000 dejan sus vidas cada año en las carreteras europeas. Cifra que, si la enfrentamos con el total de las víctimas del asfalto -algo más de 52.000 personas- muestra ue uno de cada cuatro muertos en accidentes de circulación no había cumplido el cuarto de siglo.

Esta situación ha llevado al Consejo de Ministros comunitario a declarar 1995 como Año Europeo del Conductor Joven, convocando a los 15 países miembros a promover actividades en apoyo a la prevención de los accidentes entre los más jóvenes.

Según publica "Tráfico", muchos jóvenes europeos se desplazan en automóvil los fines de semanas a distancias considerables para salir con los amigos y tomar unas cpas. A veces, su bajo poder adquisitivo les obliga a conducir vehículos plenamente ocupados, y algunos acaban la noche con el "alcohol como compañero inseparable".

La Federación Europea de Seguridad Vial ha señalado que "es evidente que los jóvenes conductores circulan más kilómetros durante las noches del fin de semana que las personas de otros grupos de edad", lo que les convierte en víctimas más frecuentes de los siniestros.

Sin embargo, las últimas estadísticas empiezan a mostrar una evolució positiva: la cifra de muertos de 15 a 24 años en Europa registra un ligero descenso desde 1991. En España, el número de víctimas mortales de esa edad ha bajado en casi cinco puntos, pasando del 28,3% en 1991 al 23,5% en 1994.