Tanto él como el portavoz del grupo parlamentario, Pablo Echenique, se pronunciaron sobre el asalto de ayer en sendas ruedas de prensa en el Congreso. Echenique lo puso en vinculación con la proposición no de ley del PP que se debatirá hoy en el Pleno para suprimir el Ministerio de Consumo, cuyo titular, Alberto Garzón, criticó las macrogranjas.

Para el portavoz de Unidas Podemos, la iniciativa está “basada en bulos especialmente pensados para la campaña de Castilla y León” y la estampa de “escuadrillas agrediendo a policías e interrumpiendo el normal funcionamiento” de un pleno municipal “tiene mucho que ver con esta dinámica de bulos”.

Según dijo, “sería muy importante que el Ministerio Fiscal y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tomaran cartas en el asunto” porque “se mandaría un mensaje muy peligroso si un asalto violento a un ayuntamiento democrático quedara impune”.

Más lejos verbalmente fue Gómez-Reino, quien coincidió con Echenique en que el asalto refleja “las consecuencias que tienen las políticas de agitación del PP y particularmente de Vox”, partidos que, denunció, han expresado “justificaciones irresponsables e intolerables” del asalto.

“Vimos una expresión del fascismo del siglo XXI, una patronal que entraba nada menos que en un Ayuntamiento para intentar que no se apruebe democráticamente una norma”, censuró, advirtiendo de que “no debemos frivolizar” con el suceso.