Uno de los miembros de la dirección del grupo parlamentario reconocía que el bloque de investidura queda “tocado”, en especial por el enfrentamiento con ERC, el grupo parlamentario al que más se ha recriminado su no a la convalidación, un voto que achacan a razones electoralistas y a intentar menoscabar la figura de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

No obstante, otras fuentes del mismo confían en que el desencuentro será pasajero y sucumbirá al constante mutar de la agenda mediática. En este sentido, creen que las nuevas iniciativas que lleguen al Congreso, como la Ley de Memoria Democrática o la llamada ley del “sólo sí es sí”, e incluso la proposición no de ley de reforma fiscal de Unidas Podemos, volverán a reunir a los grupos del bloque de investidura y a dejar fuera a partidos como Ciudadanos, haciendo imposible el giro al centro que mucha gente en el espacio confederal estima que el PSOE ha emprendido conscientemente.

Fuentes de Cs corroboraban en parte este enfoque a Servimedia al puntualizar que su apoyo a la reforma laboral ha sido de carácter puntual, y que en temas fiscales y de memoria democrática votarán en contra. No obstante, admitían que con la votación de hoy Ciudadanos ha conseguido lo que pretendió en la de los Presupuestos: escenificar que hay otra alternativa de alianzas a las que viene entablando el PSOE, y por eso no descartan volver a hacerlo en próximas ocasiones, pero siempre que al partido y a los españoles les “convenga”.

Por lo que respecta a la propia Díaz, en Unidas Podemos sostienen que, a diferencia de lo que podría interpretarse, la ministra, que se declaró “muy contenta” esta mañana a la salida del debate parlamentario, sale “reforzada” del embate, al ver refrendada su iniciativa estrella a pesar de que no saliera su intento de negociación con la mayoría de la investidura.

En el entorno de la vicepresidenta segunda sostienen, en la misma línea, que ese intento de mantener el bloque progresista se prolongó hasta anoche mismo, pero que ERC no se presentó a una reunión a la que se le convocó ayer con nuevas propuestas. En la formación catalana aducen que los preparativos de ese encuentro sólo sirvieron para reafirmarles en su sensación de que las ofertas de Díaz no eran refrendadas por la parte socialista del Gobierno, cosa que niegan terminantemente en el equipo de la ministra de Trabajo, pero sin precisar cuáles eran esas propuestas, que en todo caso serían a futuro y fuera del decreto de la reforma laboral.

Desde uno de los partidos que sí apoyaron el decreto, tras negociar, aseguraron a Servimedia, con ambos sectores del Ejecutivo, pusieron en duda las quejas de ERC sobre la falta de intención de negociar del Gobierno, puesto que ellos, con menos diputados y por tanto menos influencia en el resultado final de la votación, sí cosecharon un buen ‘feedback’ por parte de los interlocutores gubernamentales. En cualquier caso, en la dirección de ERC prometen también que harán lo posible por restañar las heridas que la reforma laboral haya podido abrir con sus socios.

A nivel interno, fuentes cercanas a Yolanda Díaz consultadas por esta agencia restaron toda importancia al hecho de que las dos ministras de Podemos, Ione Belarra e Irene Montero, se ausentaran esta mañana del debate parlamentario del decreto, por tener a la misma hora un acto sobre la Ley de Diversidad Familiar y de Apoyo a las Familias del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. El ex secretario general de Podemos Madrid Ramón Espinar denunció la supuesta contraprogramación en varios mensajes de Twitter.

En el equipo de Díaz atestiguaron a Servimedia que ella ya conocía esa cita, que contaba con invitados extranjeros y que fuentes de Podemos aseguran que se agendó ya en noviembre, antes incluso del acuerdo en la mesa de diálogo social y por tanto sin posibilidad alguna de prever que coincidiría con el debate de convalidación del decreto.

Dichas fuentes de Vicepresidencia aseguran haber sentido un respaldo del partido que lidera Belarra en la negociación, pese a que finalmente no haya sido posible llegar a un acuerdo con los partidos de la que el ex secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, quiso encumbrar a dirección de Estado.

Para tales fuentes, la voluntad de Díaz quedó acreditada hasta el final y al final se ha aprobado un contenido legislativo que el propio Iglesias pactó con el PSOE en el acuerdo de gobierno. En Cs suscribieron este empeño al apuntar que la vicepresidenta sólo llamó a su portavoz adjunto, Edmundo Bal, ayer mismo, víspera de la votación.