Lo hicieron en sucesivas declaraciones en los pasillos del Congreso, en las que Garzón interpretó que el PP “está en una huida hacia adelante muy peligrosa”, al cuestionar un elemento “de consenso” como el “criterio científico de protección del medio ambiente”, y lamentó que, aunque “han existido siempre negacionistas, nunca habían contado con un apoyo tan claro del Partido Popular”, que “lo que está haciendo es impugnar a la ciencia”.

Por su parte, López de Uralde denunció que el PP “está condenando a muerte a Doñana por motivos políticos, por conseguir algunos votos en Huelva”, y desmintió la supuesta imparcialidad de la Comisión Europea subrayando que “una de las señas de identidad de la UE es la defensa de su medio ambiente”, por lo que “no hay ninguna politización”, sino “una defensa de las políticas europea, que es lo que todos esperamos”.

Finalmente, Santiago dijo que “lo del Partido Popular con Doñana, aparte de ser un auténtico ecocidio, ya raya el ridículo”, y cuestionó “que acusen a la Comisión Europea de hacer campaña electoral cuando el Partido Popular ha presentado la propuesta de ley precisamente en el momento previo a la campaña electoral para hacer campaña electoral”.

Además, apuntó que “no hay agua para mantener ni siquiera el parque natural debido al cambio climático, no hay agua para mantener los regadíos, y lo que van a hacer con esta ley es, en primer lugar, generar insuficiente agua para mantener ese tipo de agricultura, y, en segundo lugar, acabar con el turismo de Doñana”. Finalmente, advirtió de que “las multas van a llegar” y las acabarán pagando los ciudadanos andaluces.