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UNA VIUDA AFIRMA QUE EL GENERAL NAVARRO LE ASEGURÓ QUE ESTABAN "BIEN IDENTIFICADOS" TODOS LOS CADÁVERES

MADRID
SERVIMEDIA

Teresa Jiménez, viuda de uno de los 30 militares fallecidos en el accidente del Yak-42 que fueron mal identificados, afirmó hoy en el juicio que el general Navarro le dijo que aunque se trató de "una tarea difícil, que tuviera toda la tranquilidad del mundo de que había sido bien identificado" su marido, el brigada Juan Carlos Jiménez.

La viuda relató ante el tribunal que justo al día siguiente del accidente -el 26 de mayo de 2003- ya empezó a "tener dudas" sobre la identificación de su marido. Señaló que lo lógico era que los cuerpos estuvieran "destrozados" y su identificación no fuera factible "en un día, dos noches".

Jiménez relató que ante estas sospechas, días después del funeral que presidieron los Reyes el 28 de mayo pidió a la oficina de atención a las familias creada en el Ministerio de Defensa contactar con el general Vicente Navarro, máximo responsable de la repatriación e identificación de los militares y principal acusado en el juicio.

El general, señaló la viuda, respondió a sus dudas asegurándole que había identificado a su marido "por el nombre del uniforme y por los galones". Ella le preguntó por la alianza de casado, a lo que Navarro le indicó que no sabía nada.

Sin embargo, apuntó que en las autopsias de los forenses turcos se especificó que había un cuerpo con una alianza que correspondía a la del brigada Jiménez.

Más de un año después, y tras un "machaque psicológico", dijo Teresa Jiménez, se admitió el error de las identificaciones y se le puso en contacto con la familia que tenía el cuerpo de su marido y viceversa.

La viuda declaró que "fue un golpe" para la familia, porque los restos del otro militar habían sido incinerados y esparcidos, por lo que no pudo hacerse prueba alguna de ADN.

PROHIBIDO ABRIR LOS FÉRETROS

La segunda familiar en comparecer como testigo ante el tribunal, Amparo Gil, madre del sargento Francisco Cardona, aseguró que en el funeral de Estado se prohibió abrir los féretros.

"En el funeral yo quería ver a mi hijo muerto, me lo prohibieron, me dijeron que no se podían abrir los féretros", aseguró.

Gil denunció ante el tribunal que su familia, en los días posteriores al accidente, recibió amenazas por parte de los mandos de su hijo para que no hablaran con la prensa. "Nos dijeron que no habláramos nada, que algún día nos podíamos arrepentir", indicó.

A pesar de haberle comunicado que su hijo había sido perfectamente identificado, Gil dijo haber sabido desde un principio que no era así y añadió que sabía, "en mi corazón", que los restos que le habían entregado no eran los de su hijo.

Después de que su marido viajase a Turquía, al lugar del accidente, en un viaje organizado y sufragado por el equipo de fútbol de Villareal, Gil y su familia empezaron a tener la seguridad de que su hijo no había sido identificado correctamente, ya que las autoridades turcas les entregaron "varios objetos personales" de los fallecidos.

Ante esta certeza, Gil y su marido concertaron una cita en el Ministerio de Defensa. La entrevista se celebró el 28 de noviembre de 2003, y en ella tuvieron oportunidad de hablar con el máximo responsable de las identificaciones y principal acusado en el juicio, el general Vicente Navarro.

La testigo relató que Navarro les aseguró que vio el cuerpo de su hijo, pero cayeron en la cuenta de que estaba mintiendo cuando le preguntaron si el cuerpo presentaba alguna cicatriz.

El general Navarro contestó que no, que el cuerpo estaba en perfecto estado, pero la realidad es que el hijo de la testigo tenía cicatrices anteriores al accidente. Ante la mentira, Gil y su marido decidieron marcharse inmediatamente del Ministerio.

Fue entonces cuando la familia comenzó a movilizarse y a contactar con distintos abogados. No fue hasta el año 2005 cuando consiguieron localizar los restos de su hijo, que habían sido entregados a otra familia.

"Lo habían incinerado, que no era nuestro deseo. Tuvimos que ir personalmente a por la urna de mi hijo, ya que nadie nos la trajo a casa", dijo la madre del fallecido sargento Cardona.

(SERVIMEDIA)
26 Mar 2009
CAA