Asimismo, la sentencia considera que el intervalo de tiempo entre el ingreso de la paciente en el centro hasta la práctica de la cesárea no está dentro de los márgenes normales y que había evidencias suficientes para realizar la intervención mucho antes. Los hechos se remontan a marzo de 2001 y ocurrieron en elHospital Sant Pau de Barcelona.

Según la asociación, la sentencia constata que no existió partograma y considera que es una evidencia de imprudencia y mala praxis que, ante la indicación de cesárea por sufrimiento fetal, no se registre el estado vital del feto durante las dos horas y media previas a su extracción.

Por ello, el fallo considera que "los afectados sufrieron un daño derivado del funcionamiento anormal del servicio público sanitario, al dispensarse una prestación sanitaria deficiente con retraso en el diagnóstico, tiempo durante el cual la paciente no recibió la atención médica adecuada".

Según la asociación, la niña, de siete años de edad, presenta "unas serias deficiencias físicas, psíquicas y sensoriales, que serán determinadas, junto con la cuantía de la indemnización, en ejecución de sentencia, una vez ésta sea firme".