Aunque no han trascendido hasta hoy, los hechos ocurrieron ayer, viernes, cuando estas embarcaciones, que habitualmente se dedican al marisqueo de la coquina, se encontraban pescando en las costas portugueses a la altura de la playa de Montegordo.

Según Matías Climent, la patrullera disparó al aire para intimidar a los barcos sin que tres de ellos sufrieran daño alguno, dado que suspendieron el trabajo y se entregaron. Un cuarto pesquero sí sufrió imortantes daños en el casco y en el motor.

Ninguna de las cuatro embarcaciones cuenta con licencia para faenar en la zona, pese a lo cual este tipo de pesqueros, más de 70 con base en Ayamonte e Isla Cristina, continúan faenando por no disponer de otros recursos para sobrevivir.

A primera hora de la tarde los buques continuaban retenidos en el puerto luso de Vilarreal de Santo Antonio, sin que se conozca cuando serán liberados.

Las cuatro tripulaciones fueron puestas en libertad tras prestar eclaración ante las autoridades portuguesas y en estos momentos se encuentran en sus domiclios de Ayamonte.

"NOS MORIMOS DE HAMBRE"

Matías Climent aseguró que los apresamientos se producen "cada pocos días" sin que el Gobierno español busquen soluciones. "Nosotros no estamos legalizados para salir a pescar", dijo, "y tenemos que hacerlo porque si no nos morimos de hambre y no estamos dispuestos a ello".

Este portavoz matizó que pese a haber solicitado reiteradamente permisos a las administracioes andaluza y central, las licencias no son concedidas a causa de la regulación de pesqueros que ha dictado la Comunidad Europea (CE).

La CE considera que el número de pesqueros que componen la flota española es "excesivo".