La pareja ha conseguido sacar adelante a tres crías en el monumento natural del acantilado del Asperillo, en el sector occidental del Parque, donde desde hace años nidificaban estos ejemplares.

La iniciativa, en la que han participado técnicos del Parque Natural de Doñana en colaboración de la Asociación Española de Cetrería y Conservación de Aves Rapaces (AECCA), consistió en la colocación de varias cajas nido en lugares altos sobre las dunas fósiles de este espacio protegido para facilitar la procreación de esta pareja.

Estas estructuras de nidificación fueron colocadas en lugares estratégicos con la colaboración de la Red de Voluntarios Ambientales del Parque Natural de Doñana, los agentes de Medio Ambiente de la Unidad Territorial Doñana, personal de la empresa pública Tragsa y técnicos del Parque Natural.

Las cajas, hechas con madera tratada, se instalaron sobre postes de madera protegidos con una chapa metálica para evitar, junto a una vigilancia exhaustiva por parte del personal, que los animales predadores accedieran a las mismas y acabaran con la vida de las crías.

La incubación de la hembra se produjo a finales de marzo y la eclosión de los huevos a principios del mes de mayo, con el nacimiento de tres pollos que se encuentran en perfecto estado. Estas crías, tras ser anilladas por personal de Estación Biológica de Doñana (CSIC), comenzaron a volar en junio.

Esta pareja de halcones peregrinos ha encontrado diversas dificultades para la cría debido al expolio de huevos y pollos, la amenaza de los predadores como el zorro o el derrumbe de sus nidos.

El halcón peregrino ("Falco peregrinus") está catalogado como vulnerable a la extinción en el Libro Rojo de los Vertebrados Amenazados y aparece como de interés especial en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas y en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas.