La técnica endoscópica empleada consiste en realizar tres pequeñas incisiones de un centímetro cada una a nivel del hueco axilar, a través de estas incisiones se introduce en la cavidad torácica un terminal óptico conectado a una videocámara, unas tijeras y unas pinzas.

El objetivo es llegar hasta uno nudos específicos del sistema nervioso simpático que son parte del sistema nervioso vegetativo y que tienen, entre otras misiones enviar señales a las glándulas sudoríparas de las manos para que éstas ctiven su función.

Las complicaciones son escasas (en torno al 1% de los casos) y suele tratarse de alteraciones del ritmo cardiáco o del descenso del párpado superior (síndrome de Horner). Este problema puede ser debido tanto a una mala técnica quirúrgica como al hecho de que el paciente tenga anomalías anatómicas no detectadas antes de la operación que luego resultan afectadas.