Los hechos ocurrieron poco antes de las dos y media de esta madrugada, cuando la embarazada, que vive en el número 26 de la calle Ballesta, acudió a la Unidad de Seguridad 1 de la Policía Municipal, situada en la misma calle, para pedir la ayuda de los funcionarios, ya que se encontraba muy mal y con síntomas evidentes de que el parto era inminente.

Los agentes llamaron a una ambulancia del SAMUR, aunque al ver que la embarazada empezaba a tener las primeras cntracciones acomodaron a la mujer en una improvisada "camilla", formada con varios muebles de las dependencias.

En la Unidad de la Policía Municipal había dos agentes femeninos que, con gran temple y decisión, asumieron el papel de comadronas, cortando el cordón umbilical y anudándolo, y ayudando a la mujer durante el parto.

Finalmente, el niño nació sin complicaciones y tanto la madre como el pequeño fueron trasladados a la sección de maternidad del hospital Gregorio Marañón, donde quedaron en mnos de los facultativos.