UNA INVESTIGADORA DEL CSIC DESCUBRE NUEVAS ESPECIES PARA LA CIENCIA EN AGUAS SUBTERRANEAS

MADRID
SERVIMEDIA

La experta en estudios bioespeleológicos Ana Isabel Camacho, del Museo Nacional de Ciencia Naturales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descrito, en los últimos diez años, cinco nuevas especies de unos pequeños crustáceos llamados batinelas, halladas en cuevas españolas, donde se da la mayor biodiversidad acuática subterránea del mundo.

España es el país en el que se conocen mayor número de simas que sobrepasan los 1.000 metros de profundidad. A pesar de que la exploración de cuevas ha alcanzado un gran desarrollo, los estudios biológicos en estos medios están toavía en sus comienzos.

La tradición entomológica en España ha dirigido también los intereses científicos hacia los insectos de las cavernas, por distintos y especiales, aunque son muy pocos los investigadores españoles atraídos por el conocimiento de la biodiversidad cavernícola y, en especial, por los medios acuáticos subterráneos.

Además de las cinco nuevas especies descritas, la investigadora del CSIC tiene en fase de descripción varios géneros nuevos y 15 especies más, nuevas también para la iencia, de estos pequeños crustáceos. Antes de estos estudios, sólo se conocían tres especies en España y siete más en Portugal.

Para Ana Isabel Camacho, las cuevas no son "desiertos biológicos" como antiguamente se afirmaba, sino que su fauna es diversa y relativamente abundante. La investigadora espera poder describir en un par de años, cuando finalice su trabajo dentro del proyecto Fauna Ibérica, la Península Ibérica y las Islas Baleares, el número más elevado del mundo de especies, unas 30, de ests crustáceos acuáticos cavernícolas.

Muchas especies animales comienzan a desaparecer en el agua subterránea, antes siquiera de ser descubiertas, a causa del impacto de las actividades humanas. Por ello, el reto de esta investigadora consiste en contribuir al conocimiento de la biodiversidad acuática subterránea a un ritmo tal que permita por los menos, dejar un buen testimonio, aunque sea en un museo, de los seres que un día vivieron en nuestro mundo subterráneo y nos se conservaron.

(SERVIMEDIA)
01 Jul 1994
L