Blasco ha recordado que la nueva entidad permitirá canalizar recursos destinados al área euromediterránea, con el fin de "promover una globalización solidaria y sin exclusiones". La fundación coordinará las aportaciones económicas tanto de las Administraciones Públicas como de la sociedad civil y el sector privado.

Tanto el conseller como José Vidal Beneyto, presidente del Consejo Mediterráneo de Cultura, anunciaron, como otra de las conclusionesdel foro, la creación del Observatorio de los Derechos Humanos. Tras coincidir en la relevancia de esta entidad, señalaron que será "una pieza básica de intermediación en el futuro Tribunal Penal Internacional".

Según Blasco, las dos instituciones satisfacen la "necesidad de establecer lazos de colaboración entre la Unión Europea y los países del Arco Mediterráneo, para favorecer la solidaridad y el diálogo entre culturas". A esta cooperación debe añadirse, en opinión del consejero, "un proyecto democático de progreso sobre el que se asiente la cultura de la solidaridad en el Mediterráneo".

Una de las funciones principales de la fundación será la configuración de "redes solidarias", que permitirán intercambiar conocimientos y experiencias, así como coordinar proyectos de cooperación.