Divar fue aún más concreta que los funcionarios que la precedieron en el turno de declaración y, con documentos en la mano que aportó al tribunal que juzga a Hormaechea, dijo que éste la había amenazado y coaccionado para que modificara un informe contrario al sistema de adjudicación de los carteles de obra a Oyprocansa.

Esta funcionaria explicó "los muchos poblemas que con el señor Hormaechea" tuvo durante los dos gobiernos presididos por éste, que incluso llegó a mandarla una carta de despido bajo la acusación de "connivencia con los contratistas".

En esta misiva, firmada por el presidente de Cantabria, que Divar leyó al tribunal ante la sorpresa de Juan Hormaechea que, mientras llevaba a cabo su primer interrogatorio en este juicio en el que participa en su defensa, acusó a la declarante de mentir puesto que él nunca le había mandado tal carta, se señaa que esta funcionaria había "inducido a la irregularidad" al Consejo de Gobierno y, "ante la imposibilidad del despido, prefiere mandarla el sueldo a casa hasta su jubilación".

Después de explicar que ya desde la llegada de Hormaechea al Gobierno su relación fue "problemática", Begoña Divar aseguró que tras el procesamiento la situación se "agravó". Explicó cómo, en una reunión en la que estuvieron presentes el también procesado Roberto Bedoya y el actual consejero de Obras Públicas, Hormaechea la inentó presionar para modificar su informe de Oyprocansa para, tras su negativa, acusarla de pertenecer a "una mafia de la construcción".

A partir de ese momento, y después de la carta de despido antes mencionada, Juan Hormaechea ordenó la revisión de todos los informes elaborados por su departamento en los distintos gobiernos de la Diputación regional.

Ni el incoherente interrogatorio al que fue sometida por Juan Hormeachea, con una evidente "falta de entrenamiento" según el abogado de la acusació particular, Benito Huerta, ni los desafíos de Roberto Bedoya, que ejerce su propia defensa, consiguieron confundir a Begoña Divar, que con los documentos en las manos alteró en algunos momentos a estos dos procesados.

Las acusaciones particulares señalaron al terminar su declaración que este testimonio había puesto "contra las cuerdas" a Hormaechea.

Después de estas duras acusaciones, la mañana de hoy centraba su atención en Francisco de la Riva, socio mayoritario de Oyprocansa, quien señaló quele llamaron desde el Gobierno para que se hiciese cargo de la colocación de los carteles de obra, siendo el jefe de mantenimiento del ente público el que elaboró el presupuesto que debía presentar.

De la Riva explicó que él nunca firmó un contrato ni entregó fianza por esta adjudicación, como es normal en cualquier contrato con una administración, y cómo tuvo que devolver parte del dinero a instancias del Gobierno regional, tras el procesamiento, para que su pago se efectuase por una cuenta regular. Ee dinero aún no le ha sido reintegrado.