UNA ENTIDAD BANCARIA DE FUENLABRADA, CENTRO DE OPERACIONES DE UN GRUPO DEDICADO A LA ESTAFA CONTINUADA
- El director de la sucursal ha sido detenido como el máximo responsable de la trama
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Agentes del Cuerpo Nacional de Policía han detenido a cuatro personas e imputado a una quinta, acusados de un delito continuado de estafa y falsedades documentales. El principal encartado, José María C.Q., de 42 años, es el director de la sucursal bancaria desde donde se gestionaban créditos personales a las víctimas, captadas por colaboradores de éste.
Con diferentes modalidades el resultado final siempre era el mismo: una estafa de la que las víctimas, la mayoría de las veces, ni se percataban, según informó hoy la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil.
Los dos acusados de ser los captadores son: Olivo D.E., dominicano de origen, nacionalizado español, de 43 años, con dos antecedentes por delitos similares.Y Christian I.M., congoleño, de 42. El cuarto detenido es Gabriel G.F., español, de 34 años, con un antecedente por estafa. Se trata del encargado de confeccionar los expedientes, con documentos falsos, que acreditarían el motivo de la petición de crédito y la solvencia del peticionario. Y, por último, una mujer congoleña imputada no detenida: Gisele M.M., de 28 años.
Las investigaciones comenzaron el pasado 11 de diciembre, a raíz de la denuncia de una persona de origen dominicano, en la comisaría de Chamartín. Relató en la misma, que había sido objeto de una estafa en una sucursal bancaria de Fuenlabrada, donde solicitó un crédito de 3.000 euros; más tarde conoció que se le habían concedido 30.000 sin ella saberlo, ni disponer de ellos.
A esta denuncia le han seguido otras 37. Todas ellas de personas extranjeras, muchas de ellas poco letradas, desconocedoras siempre de la tramitación y requisitos de actos jurídicos en España.
El modus operandi varía de unos casos a otros. En todos, la víctima es captada por los antes reseñados. Siempre con personas necesitadas que les convenía y mucho solicitar un préstamo, supuestamente con muchas facilidades y buenas condiciones. A partir de aquí, en unas ocasiones directamente se les decía que o bien abonaban bajo cuerda un determinado dinero al director del banco, o sería imposible que en sus condiciones se les concediera y solicitaban así una media de 3.000 euros.
En otras ocasiones lo que hacían era añadir un "0" a la cantidad solicitada. De esta forma un crédito de 2.000 se convertía en 20.000, como ejemplo. Gabriel G. se encargaba de confeccionar el expediente: motivos de la petición y solvencia acreditada gracias a nóminas falsas, altas en seguridad social, etc.
Miembros del grupo, cuando hacía falta, les trasladaban a la notaría, donde la víctima firmaba los papeles que se le presentaban sin conocer el contenido, y eran previamente aleccionados de que no preguntaran ni dijeran nada, puesto que había sido muy difícil que se les concediera el dinero y cualquier objeción podría malograrlo.
El director del banco abría entonces una cuenta asociada donde derivaba el dinero que la víctima desconocía disponer, y les presentaba para firmar órdenes de reintegro para finalmente hacerlo suyo.
En otras, Gabriel se presentaba como persona altruista, acaudalada, que concedía dinero a personas necesitadas. Eso sí, era necesario que firmaran unos documentos en el banco para formalizar la donación.
Para la confección del atestado policial, los servicios jurídicos de la entidad bancaria han colaborado en todo momento con los investigadores y el director de la sucursal ha sido ya apartado de la misma.
Detenido el pasado martes, y acusado de38 estafas, ha pasado ya a disposición judicial junto con el resto de los detenidos. No se descarta además, que en próximas fechas se acerquen hasta comisaría nuevas víctimas aún desconocedoras de la manipulación de la que han sido objeto.
(SERVIMEDIA)
01 Mar 2008
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