Además, una décima parte de las niñas continúan practicando el “chaupadi”, una práctica de aislamiento en la menstruación, el parto y el período posnatal.

La organización recuerda que los tabúes menstruales, muy comunes en muchas partes del mundo, ponen en riesgo el acceso de las niñas y mujeres a la educación, al sistema sanitario e incluso su salud física y mental. Además, al menos 500 millones de mujeres y niñas carecen de instalaciones adecuadas de higiene menstrual en el mundo.

Son varios los factores que influyen en las experiencias difíciles con la menstruación, como la falta de instalaciones y materiales adecuados, el dolor menstrual, el miedo a la opinión pública y el conocimiento inadecuado sobre el ciclo menstrual. Además, las comunidades suelen tener creencias culturales locales o tabúes relacionados con la menstruación que pueden amenazar el bienestar físico y emocional de las niñas.

En la India, por ejemplo, solo la mitad niñas tiene conocimientos sobre la menstruación antes de su primera regla. En Tanzania y Etiopía, una cuarta parte de las niñas lo sabe antes de su primera menstruación. En Uganda, la mitad afirma faltar de uno a tres días a la escuela al mes debido a la menstruación.

Cada 28 de mayo se celebra el Día de la Higiene Menstrual con el fin de acabar con los tabúes y naturalizar la menstruación. En este contexto, World Vision subraya que "la higiene menstrual es vital para el empoderamiento y el bienestar de las mujeres y las niñas de todo el mundo". "Se trata de algo más que el acceso a compresas sanitarias e instalaciones de baños adecuados, aunque evidentemente esto es fundamental. También se trata de garantizar que las mujeres y las niñas vivan en un entorno que valore y apoye su capacidad para gestionar su menstruación con dignidad", zanjó la organización.