LAS ULTIMAS LLUVIAS NO LOGRAN SALVAR LA TEMPORADA DE CAZA, QUE REULTO DECEPCIONANTE POR CUARTO AÑO CONSECUTIVO
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Las lluvias llegaron tarde para los practicantes de la caza menor, que por cuarto año consecutivo cierran una temporada decepcionante, como consecuencia de la negativa incidencia de la sequía en las especies cinegéticas y sus hábitos reproductores.
Angel Gracia, portavoz de la Federación Española de Caza (FEC), declaró hoy a Servimedia que, "en líneas generales, la temporada hay que calificarla de mala, lo cual era previsble después de cuatro años de sequía".
Muchas comunidades autónomas ya han cerrado la temporada de caza menor y el resto lo irán haciendo durante los próximos días. Tampoco la temporada de caza mayor está siendo buena, a pesar de que las precipitaciones que se suceden durante las últimas semanas todavía pueden salvarla.
No obstante, Angel Gracia señaló que las especies han sufrido de forma dispar los efectos de la sequía, ya que mientras la temporada ha sido buena en el caso de la liebre, el coneo y sobre todo la perdiz repitieron un mal año.
Muchas provincias se tuvieron que decantar por especies de aves migratorias, como zorzales, torcaces y becadas, y alguna comunidad, como Castilla y León, adelantó el cierre.
En Andalucía, la federación de esta comunidad autónoma no consiguió impedir que se abriera la temporada, como pretendía, pero numerosos cotos limitaron al máximo la caza de la perdiz y el conejo.
En cualquier caso, la FEC estima que estas medidas y las lluvias que se registan desde diciembre en la mayor parte del territorio peninsular permiten augurar un buen año de cría y una buena temporada en 1996.
(SERVIMEDIA)
14 Ene 1996
GJA