El sindicato afirmó en un comunicado que en la medida en que la plantilla de personal fijo ha ido disminuyendo en la última década de forma continuada, se ha tenido que recurrir cada vez más a las contrataciones temporales en precario, a la subcontratación con empresas de servicios y a encargar la producción a productoras privadas, así como a recurrir a servicios profesionales y técnicos externos.

"Se está mintiendo a los ciudadanos y se quiere manipular a la opinión pública", añadió UGT, "cuando se pretende reducir el problema de RTVE a una cuestión de cantidad de trabajadores y se criminaliza a la plantilla del grupo público, haciéndola aparecer ante la sociedad como un grupo de privilegiados, causantes de un coste exagerado para el servicio que se presta".

Para la central, resulta "insultante" el tono "paternalista y condescendiente" de Martínez-Robles al decir que "no quedarán trabajadores abandonados a su suerte", y "patética" la petición de Carmen Caffarel de que la regulación de empleo sea "lo menos traumática posible", cuando hasta ayer negaba planes en este sentido.

"Quedan al descubierto las verdaderas intenciones del ajuste, que consiste en el cierre de centros de trabajo y en la eliminación de empleos fijos y estables para subcontratar o comprar las necesidades de producción y demás servicios", agregó.

UGT reclama al Gobierno que obligue a los responsables de RTVE "a presentar ya sus intenciones en forma de propuestas escritas, como es su obligación, ya que sin estas propuestas es difícil que se pueda generar el clima de diálogo y transparencia que desemboque en las mejores soluciones, abandonando la práctica de las filtraciones, los globos sonda y desmentidos, que han crispado la actividad cotidiana y caracterizan la incoherencia de la gestión de RTVE".