Pedro Pérez confirmó a los sindicalistas que las oficinas del BCC serán vendidas separadamente a las entidades que se interesen por ellas, ante la falta de garantías financieras y de empleo de las ofertas presentadas para la comra del banco.

Los sindicatos pidieron que la operación de venta de sucursales garantice la recolocación no sólo de los 140 empleados colocados en las 17 agencias del BCC en España sino también de los 110 que trabajan en las oficinas centrales.

También expresaron su desconfianza ante las diferentes valoraciones realizadas de la sede central del BCC, en la madrileña calle Serrano, que oscilan entre las 2.900 y 4.800 millones de pesetas.

En su opinión, la situación financiera del banco, incluyedo la revalorización de los inmuebles, puede permitir el pago de bajas incentivadas para los trabajadores que así lo deseen y el abono de la totalidad de las cuentas a los depositantes.

La liquidación del BCC será aprobada oficialmente en la junta de accionistas que se celebrará en Madrid el próximo 15 de enero, siete días antes de que los interventores judiciales de la entidad presenten al juez el balance que será ofrecido ante la junta de acreedores.

Según las fuentes sindicales, Pedro Pérez deó claro que sólo se reunía con los sindicalistas para escuchar sus propuestas, pero no para negociar, y sólo se comprometió a "estudiar" las propuestas realizadas por las centrales.