Con motivo de la Semana Europea de lucha contra la pobreza energética, que se celebra del 17 al 23 de febrero de 2023, el sindicato subrayó que “las continuas subidas de los precios de la energía, y de otros productos y servicios han reducido significativamente las rentas de las familias y han provocado un incremento de las desigualdades, así como los índices de pobreza energética, afectando especialmente a las personas en situación vulnerable y a la clase trabajadora con salarios más bajos”.

Según el informe de actualización de indicadores de la Estrategia Nacional Contra la Pobreza Energética (Enpe), en el año 2021 aumentaron en 3,4 puntos las personas que no pueden mantener una temperatura adecuada en la vivienda en invierno, pasando del 10,9% de 2020 al 14,3%.

En este contexto, UGT considera “fundamental” actuar sobre los ingresos, a través de una política de rentas más redistributivas, así como sobre el coste de la energía, reformando el mecanismo de fijación de precios, para que la factura se adecúe al coste real de producción.

Igualmente, reclamó que se actúe también en materia de eficiencia energética, a través de un “potente plan de rehabilitación de edificios y viviendas, que tenga en cuenta la situación de la población más vulnerable”.

“El acceso a la energía es un derecho esencial para una vida digna y condición imprescindible para el ejercicio de otros derechos fundamentales como la alimentación, la salud, etcétera, por lo que hay que garantizar que sea segura, asequible y sostenible”, zanjó UGT.