Los titulares de Exteriores negocian a esta hora los contenidos de la declaración final, de la que ya ha trascendido que el párrafo 8 bis va a condenar la extraterritorialidad de la Ley estadounidense Helms-Burton, que penaliza las inversiones en Cuba, como exigía el régimen castrista para apoyar el texto.

No habrá referencia a la situación de los derechos humanos en la isla, aunque algunas fuentes aseguran que, en privado, los cancilleres europeos le han dicho a su homólogo cubano, Felipe Pérez Roque, que la UE está muy descontenta con la política del régimen en esta cuestión.

España está especialmente interesada, admiten las fuentes consultadas, en que esta cita, la primera cumbre UE-Iberoamérica fuera de Europa, salga bien y para contribuir a ello ha desplazado durante el último semestre a Viena al embajador José Manuel López Barrón.

La UE, siempre según estas fuentes, ha hecho una oferta a los países centroamericanos, pero a esta hora existen todavía problemas de interlocución con los países de esa zona.

No obstante, las fuentes consultadas admiten que el acuerdo con los centroamericanos pinta mejor que un tratado similar con los países de Mercosur, pese a los esfuerzos del Gobierno argentino, Néstor Kirchner en tal sentido.

Además, los jefes de Estado y de Gobierno van a analizar, junto a los habituales temas de libre comercio, energía o medio ambiente, la situación de la democracia, en un momento en el que el triunfo del recién elegido presidente de Bolivia, Evo Morales, parece alumbrar la llegada al poder en Iberoamérica de dirigentes con un discurso indigenista y alternativo a las alianzas bilaterales de libre comercio con EEUU ó Europa.

MORALES Y LOS 500 AÑOS DE EXPOLIO EUROPEO

Consciente de ser la estrella de la reunión, junto con el venezolano Hugo Chávez, Morales ha cancelado una visita que tenía previsto realizar a Nueva York el próximo sábado, para estar más tiempo en Europa. Y hoy ha llegado a Viena en loor de multitudes, ofreciendo una rueda de prensa que ha desatado gran expectación.

Morales se entrevistará con el jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, para hablar de la situación de Repsol, cuando hoy mismo el presidente de la compañía, Antoni Brufau, ha anunciado en Madrid que la compañía no descarta acudir a los tribunales internacionales para defenderse de la nacionalización de los hidrocarburos bolivianos.

Antes de estas palabras, el mandatario boliviano había dicho en rueda de prensa que no piensa indemnizar ni a Repsol ni a Petrobras ni a BP, y que no puede hablar de seguridad jurídica quien se ha dedicado al "contrabando" de petróleo.

Si bien es cierto que no ha querido citar a Repsol, que habla de Zapatero como de socio "estratégico" y que espera que el Gobierno español no sea "vengativo", Evo Morales ha seguido hoy la senda abierta ayer en Madrid por su ministro de Exteriores, Choquehuanca, sobre el "expolio" europeo de los últimos 500 años.

España parece defender un distanciamiento político del contencioso sin poner en cuestión la prevista condonación de deuda por inversión educativa -cerca de 100 millones de euros- ni el futuro memorándum de entendimiento entre España y Bolivia, ni la duplicación de la ayuda humanitaria.

Zapatero tiene prevista su llegada a la capital austriaca a las 18.00 (hora de España) y será recibido en el aeropuerto por el ministro Miguel Angel Moratinos, que le pondrá al corriente de las negociaciones de libre comercio de última hora. Moratinos ha intervenido a las 15.30 ante el plenario de cancilleres hablando de multilateralismo y Zapatero hablará esta noche en la cena oficial que ofrece el anfitrión, el canciller austriaco, Wolfgang Schussel.