El director de Pesca de la Comisión Europea, Steffen Smidt, presentará un proyecto que incluye mayores concesiones a Marruecos que las realizadas hasta ahora, con el fin de vencer las reticencias que existen en el Gobierno norteafricano para firmar un nuevo acuerdo. La rona de negociaciones y contactos que empieza hoy podría, según los indicios, alargarse varios meses hasta la obtención de un acuerdo final.

Marruecos ya ha afirmado que el nuevo acuerdo deberá ser completamente distinto al anterior, por lo que se espera que presente sus prioridades para la negociación, que pasarán seguramente por la obtención de mayores concesiones agrícolas por parte de la UE, por el establecimiento de empresas mixtas y por un mayor apoyo europeo a la gestión de sus recursos pesqueros. Este último punto es en el que más insiste la propuesta comunitaria. La UE ofrece hacerse cargo de la gestión de los recursos pesqueros y de los caladeros de las aguas territoriales marroquíes. En este sentido, La Comisión pretende mejorar las instalaciones portuarias de la zona, modernizar la flota pesquera marroquí, ofrecer asistencia técnica y científica, mejorar el sector de la acuicultura y comercialización de productos pesqueros y aumentar las inversiones del sector en este país.

La suspensón del acuerdo mantiene parados a 416 barcos españoles, que reciben ayudas aseguradas sólo hasta final de año, por lo que la UE y España en particular desean ratificar el convenio lo antes posible. La flota española está compuesta por 86 barcos cefalopoderos, 113 de arrastre camaronero, 90 de palangre, 37 de cerco, 46 artesanales, 11 dedicados a la pesca de la merluza y 17 atuneros, que emplean a 4.100 marineros españoles.

Hasta la expiración del acuerdo, el 30 de noviembre de 1999, la pesca en aguas arroquíes suponía unas ganancias de 50.000 millones de pesetas anuales para la UE, que se han transformado en pérdidas después de que el fin del acuerdo obligase a amarrar la flota y a pagar ayudas económicas a sus pescadores y armadores.