Así pues, el gasto en protección ambiental -que incluye inversiones y consumo- aumentó un 54% en el conjunto de los países de la UE durante los últimos 16 años, según datos de Eurostat. No obstante, ese gasto se mantuvo relativamente estable en términos de porcentaje de Producto Interior Bruto (PIB), al situarse en torno a un 2,0%.

Al igual que en años anteriores, las empresas aportaron en 2021 la mayor parte del gasto en protección ambiental, con un 55% del total, en tanto que los gobiernos nacionales y las ONG contribuyeron con un 24% y los hogares, con un 21%.

En comparación con 2006, esos tres sectores registraron los siguientes aumentos: 62% en las empresas, 52% en los hogares y 41% en los gobiernos nacionales y las organizaciones sin ánimo de lucro.

En 2021, la gestión de residuos y el tratamiento de aguas residuales representaron un 28% y un 23%, respectivamente, del gasto total en el sector de gobiernos nacionales y organizaciones sin fines de lucro. Un 24% del gasto total se destinó a I+D ambiental y otras actividades de protección ambiental, incluida la administración y educación ambiental general; un 13% a la protección de la biodiversidad y el paisaje, y el 12% restante a la protección del aire, la protección del suelo y las aguas subterráneas, la reducción del ruido y protección contra la radiación.

En lo que respecta a las empresas, la gestión de aguas residuales y residuos representó un 27% y el 56% de su gasto en 2021, respectivamente, por un 7% en protección del aire ambiente y del clima, y el 10% restante en la protección de suelos y aguas subterráneas, biodiversidad, reducción de ruido, protección frente a las radiaciones e I+D+i medioambiental.